sábado, 28 de marzo de 2009

CELEBRACION

Hola...
Estoy acá, convocando a la formación del COFAB (Comité Oficial de Festejos por el Año de Berto). Será una buena ocasión para reencontrarnos, y desde ya les advierto que todo pertrecho sobrante, será acopiado para mi propio aniversario, que se cumplirá también en el mes entrante.
(¡Berto! ¡Estamos a punto de convertirnos en ex fumadores oficiales! Y yo sin ir a la peluquería...)

7 comentarios:

berto dijo...

Qué sería de este rincón sin Gabriela! Querida mía, vamos a celebrar nuestro cumpleaños por todo lo alto, tú y yo, pero por todo lo alto.
Yo no me considero ex fumador o no fumador, me siento aún un fumador en abstinencia, y lo seguiré siendo hasta que no deje de tener ganas. Pero eso no quiere decir que no me alegre un montón de llevar casi un año, es un logro increíble para el fumador aquel de dos cajetillas diarias durante 22 años.

Gabriela dijo...

Berto, tesoro. No necesitamos estar felices. Con seguir encaminados estamos de puta madre. Anoche tuve el cumpleaños de 40 de una amiga muy querida. Tiró la casa por la ventana en su fiesta y me encontré con muchas personas muy queridas que ya no frecuento. La alegría que le dio la noticia a los que no sabían que ya no fumo fue proporcional a las ganas que tuve yo de fumar en dos o tres momentos de muchísimo gozo. Así que acá estoy, después de dos meses de calma, con la guardia altísima otra vez.
Aunque no necesitamos estar felices, igual está bueno que celebremos los meses. No de abstinecia, claro. Pero sí de limpieza. Así es la vida de los fumadores que no fumamos. ¿No?

berto dijo...

Si, eso que describes de estar con un subidón de alegría y querer fumar es una mierda. Es como si el yonki interior estuviera siempre a punto para saltarte a la chepa.
Según el contador este llevo como medio kilo de alquitrán evitado. ¿Puede eso ser posible? A mí eso me parece una exageración... o sería eso las cosas negras que me salían por las mañanas con la tos? Medio kilo de alquitrán, eso son palabras mayores. Lo curioso es que si en vez de llevar esa roña en los pulmones tuviera que llevarla en la cara habría de dejado de fumar a los quince días.

Gabriela dijo...

611,86 dice mi contador de alquitrán. Querido , lo del alquitrán en la cara es tan cierto como lo bien diseñada que está la industria del tabaco: todo lo tremendo va por dentro. Por fuera, en cambio, te mantenés delgado y muy canchero con tu pucho ente los dedos...
Lo que nunca entendí es lo de "vida salvada" ¿Estamos aportando a Green Peace? ¿Es vida mía o de quién? ¿Alguien sabe cuándo voy a morir? Es raro. Si estuvierna aquí Auriga o LTF, seguro podrían explicarlo, tan sabiondos que son. ¡Pero nos han abandonado! ¿Vos me explicarías?

Berto dijo...

Mi contador no tiene vida salvada, pero sé de gente que lo tiene y vive más que los que tenemos el contador convencional. Es posible que se refiera a la cantidad de tiempo que puedes ocupar en otras cosas, en vivir, mientras no tienes que encender cigarros, ir a comprarlos y limpiar ceniceros.
Ayer volví a estar muy cerca de volver a fumar y fué porque estaba de muy buen humor y en sintonía con la gente con la que estaba, que además estaban fumando. Pero no fumé, pensé esta cosa que tenemos aqui de hoy no fumo, mañana ya veremos y hoy decido que tampoco voy a hacerlo, aunque presiento que va a ser fácil porque no voy a salir de casa.
Si, Gabi, nos hemos quedado solos, pero aquí seguimos como últimos resistentes de vida no fumadora, utilizando esta nave que en su día diseñó nuestra perdida Taberna esperando que quizá algún día, alguien que esté pensando en dejar de fumar se acerque y nos pregunte por nuestra experiencia. A mi me ayudó mucho la experiencia de los demás y estoy dispuesto a compartir la mía. Y si a nadie le interesa pues la comparto contigo que me gustas mucho y me caes muy bien.

Gabriela dijo...

Como el síndrome del nido vacío, es. Menos mal que nos tenemos nosotros dos, hasta que alguno aparezca interesado en nuestras viejas blabletas. O quizás LTF o A, se asomen por aquí alguna vez...
Igual, tenemos para entretenernos ahora. Te cueto: anoche tuve una inauguración de una muestra muy linda, con brindis y aquello. Yo estoy también sin beber y a dieta rigurosa, como ya dije. Un amigo me dice: ¿Y cuándo cumplís el año sin fumar? - Ahora a fin de mes, contesté dubitativa. Ahhhhhhhhhhhhhh buenoooo, empezaron a organizar una fiesta con brindis, y borrachera, y etc. Y yo todo el tiempo me imaginaba - entre el asco y la amravilla - tirada en el suelo fumando como si fuera opio, y bebiendo riquísimo, y descontrolando de todos los cuidados y privaciones....Dios mío. ¿Cómo es posible que me haya venido así toda junta la gan de un pucho? Uno sólo, si pudiera fumar unos solo...Y hasta me termina dando asquito si lo pienso, pero no. Cuando me distraigo, me viene. Ojalá pase, porque no es vida vivir tan pendiente como si fuese la primera semana. Beso, Berto. Y sigo aquí esperando el siete...

Berto dijo...

Siete.
Precisamente ayer tuve una fiesta de trabajo, cosa que me gusta mucho menos que nada, siempre me siento incomodísimo y fuera de lugar, yo creo que porque en realidad no acabo de comprender la paradoja fiesta de trabajo. Yo hago fiesta con mis amigos y mi familia y con esta gente uno tiene que estar estupendo hablando a gritos por culpa de la música con gente que no conoces de estupideces que no sean ni muy serias ni muy personales ni muy nada.
Hubiera dejado que me afeitaran la cabeza con tal de fumarme un cigarro. Sigo teniendo pelo, gracias a Dios.
Si es cierto que ahora me doy cuenta de que el olor del tabaco me gusta cuando es una sola persona la que fuma en un sitio abierto y limpio y me resulta bastante sucio e incómodo cuando es en un garito oscuro y atiborrado de gente. Lo de ayer era una competición de fumadores en un submarino. Yo tampoco bebo, asi que imagínate lo dantesco de presenciar aquella autodestrucción masiva.
Si, es cierto, desee fumar, pero no lo hice y hoy, que hace sol y el aire está limpio me alegro de haber podido superar esa situación y me siento feliz de pensar que durante todo el día no necesitaré un cigarro y seguramente ni lo recordaré.
Reconozcamos que en algunos momentos no fumar sabe a putada y a frustación, pero el resto del tiempo y ese es prácticamente todo, sigue siendo un gran avance y una mejora increíble para una persona que necesitaba cantidades tan grandes de nicotina durante todo el día.