sábado, 14 de marzo de 2009

No me acostumbro

El otro día tuve un encontronazo con un vecino muy maleducado y me puse muy nervioso. Hay gente que sufre estas situaciones más y quien las deja pasar sin darle muchas vueltas, para mí una persona gritando enrojecida por la ira es algo a lo que no podré acostumbrarme. Llegué a casa y como si hubiera sido puesta allí con un truco de magia descubrí, sobre la mesa de café, una cajetilla del tabaco de la marca que yo fumaba y un mechero. Se lo había olvidado una amiga y hasta este momento no me había dado cuenta. Abrí la caja y vi que estaba mediada. Tuve que apretar los ojos y hacer un esfuerzo para parar el impulso de encender uno.
Hace once meses que dejé de fumar, y en este tiempo he intentado acostumbrarme a la idea de que esto no termina nunca y que es como un voto que uno hace y que se renueva todos los días.
Hay gente que dice que le da asco el olor del tabaco, cuando lo oigo siento envidia y me pregunto por qué eso no me pasa a mí, yo sigo teniendo oleadas de un placer intenso cuando alguien deja una bocanada que sin darme cuenta me trago.
Creo que últimamente lo único que de verdad hace que no vuelva a fumar es la certeza de que si lo hago no podré dejarlo nunca, de que me convenceré de que hice todo lo posible y que no funcionó. Y esto no debe de ser del todo bueno, debería de estar disfrutando de los beneficios del esfuerzo que he hecho. A cambio estoy centrando mi abstinencia en el miedo y eso me provoca una ansiedad que no me gusta. Supongo que el caso es no encender ese primer cigarrillo independientemente de por qué lo haga y que esta historia mía de querer disfrutar de la abstinencia es una memez.
No voy a fumar, pero creo que voy a tener que desarrollar una nueva estrategia para no sufrirlo tanto. Tengo que buscar alguna forma de mantener una actitud positiva y rescatar algo de aquella motivación primera. Voy a volver a empezar a dejar de fumar, con la ventaja de llevar once meses sin hacerlo.

8 comentarios:

Gabriela dijo...

Berto, querido. Te extrañé mucho, y esperaba volver a verte por alguna parte, pero nunca pensé que en esta circunstancia de ganitas que te vienen. Yo todavía sigo sin nada nada de ganas, y hace mucho ya que no siento deseos de fumar, y no deseos tampoco...Curiosamente ha dejado de ser tema para mí. Quizás porque ahora mi tema es la no comida, o vaya a saber por qué. A veces vuelvo a sospechar que estoy enferma, porque sencillamente me resulta super extraña la lejanía con el tabaco. Así que mi apoyo no va por el lado de la identificación, sino por el lado de ¡¡¡¡¡COMO VOLVER A FUMAR!!!! ¿Estás loco? ¿Después de lo que pasamos para llegar a estoy casi alcanzando el año? Dicho esto, puedo decirte también que es muy buena idea vovler a dejarlo, y más con esta ventaja que implican los 11 meses a favor. Y en cuanto a las motivaciones ¿te acordás del viajazo a NY? Eso, por si no te alcanza con los pulmones a gusto, la boca con gusto a boca, la ropa con olor a hilos, la no dependencia, la piel sana, y la lista sigue....infinitamente limpia.
Un abrazo enorme, enorme.

Anónimo dijo...

Qué gusto leerte, qué razón tienes y qué suerte haberte conocido. Si no hubiera dejado de fumar seguiríamos ignorando el uno la existencia del otro. Es cierto que tengo muchos motivos de los que alegrarme. Hoy por ejemplo no me ha costado nada de nada, ni me ha apetecido ni me he acordado, pero ya ves cuando hago sumatorio me olvido de estos días, de los viajes que he podido hacer y de lo orgulloso que me siento de mi mismo cuando oigo decir aquello de que si Berto ha podido dejarlo es que se puede dejar por mucho que fumes.´Va a ser que el problema no es el tabaco, soy yo que soy un poco pesimista y un latoso.
Otra de las cosas que vengo observando es que entro en crisis cuando estoy en contacto con amigos íntimos fumadores, así que tendré que estudiar como superarlo porque si mis pulmones no se tocan mis amigos mucho menos.
Gracias por tu contestación.

Anónimo dijo...

Es complicado, muy complicado, al fín y al cabo somos adictos, y la adicción, todas las adicciones, son para toda la vida.

Lo he dejado varias veces, hace cuatro años estuve siete meses sin fumar y por una situación parecida me fumé luego todo lo que no había fumado antes...

Esta vez he logrado aguantar, o mas propiamente estoy consiguiendo aguantar, 14 meses, vamos que llevo 14 meses sin fumar, mi esposa fuma -en casa solo en el patio y el baño- y la verdad es que de hace unos meses a esta parte besarla se ha complicado, se ha complicado porque hace eso, unos tres o cuatro meses, el tabaco ha empezado a oler de otro modo, verás, hasta hace unos meses olía el tabaco "activo" es decir, el humo -a metros de distancia además" con toda la mierda que le echan -cacao, vainilla...- que evidentemente huele bien, por eso se la echan.

Pero creo que mi olfato está aún mejor, porque ya huelo también los restos del tabaco, el aroma pasivo, el tabaco viejo, el olor típico de la ropa de un fumador, de la casa de un fumador y -lo que es peor- de un fumador mismo, de su pelo y sobre todo su boca, es como un cenicero viejo, húmedo lleno hasta los topes, para que te hagas una idea, supongo que ahora también huelo el amoniaco, el bromo, o cualesquiera de esas otras mierdas que le echan.

Cuando llegue ese momento comenzarás a sentir algo mas de asco, pero ojo, el tabaco activo, aunque huele algo peor sigue siendo atractivo y envolvente -a no ser que tengas la "suerte" de olerlo mientras haces ejercicio, que eso ya es la repera-.

Gabriela dijo...

Berto, espero que te de la latosidad (no las ganas de fumar)en algún otro momento para vovler a verte...y si no, espero que podamos vernos en otra parte. LTF tiene mi mail, y a la orden.
Exfumeta, 14 meses es un montón de tiempo para resistir a las ganas. Te felicito por el temple. Yo creo que si tuviera ganas muy seguidito, ya fumaría. De todos modos, acabo de ver una obra de teatro, y a la salida miraba desde el foyer a la gente que salía corriendo a prenderse un pucho, y me sonreí solita, pensando en que parece que eso amí, me paso en otra vida, casi.

Anónimo dijo...

Gracias Exfumeta, a ver si cuando haga los catorce empiezo a sentir asco, porque esto mío es raro, que hasta me guste el olor del cenicero y de los fumadores...
Lo que si tiene mérito es que lo dejes mientras tu mujer sigue en ello, eso es estar motivado de verdad. Yo dudo que fuera capaz de aguantar si mi pareja vuelve, lo dejamos casi a la vez y yo creo que esto nos ha ayudado (a no fumar, porque vamos para la relación ha sido horrible).
Y si, Gabi, seguiré entrando a verte y a mirar si hay alguien que necesite contar cómo lo está dejando. Te parecerá una tontería pero cada vez que veo que alguien viene a contarnos que lo ha dejado me da mucha alegría y me hace recuperar parte de la ilusión. Qué pena que sea tan de cuando en cuando. En cualquier caso si necesitas algo LTF también tiene mi mail y todo la autorización a dártelo, faltaría más.

Alejandro dijo...

Cada uno lo vive de manera distinta Berto, no puedes pensar que vivirás toda tu vida preocupado de no recaer, porque no es así, son etapas, solo eso. El paso del tiempo estará siempre a tu favor, aun con todas las complicaciones que ahora puedas tener, llegara el momento en que cambiaras radicalmente de tema y el tabaco pasara a un segundo plano, eso te lo aseguro, solo es cuestión de tiempo.
Voy para mi tercer año después de haber fumado ininterrumpidamente durante 25 años, y no voy a decirte que me olvide del pucho porque te estaría mintiendo, pero la ansiedad ya no es la misma del primer año, y no fumaría por el simple hecho de que ya no lo necesito y la balanza se inclina cada vez mas a mantener este nuevo estilo de vida.
Tomaste la mejor decisión y tu esfuerzo dará su recompensa, un abrazo

Anónimo dijo...

Muchas gracias Alejandro, tu comentario me es de gran ayuda, aunque no lo creas. Parte de lo que me pasa es que oigo a la gente que lleva tiempo sin fumar que ni le apetece ni piensa en ello y además le asquea. Leer casos como el tuyo, en el que los beneficios están presentes a largo plazo y no son sólo una excusa para dejarlo, es muy necesario.
Desde que escribí el post hasta ahora he mejorado mucho, en parte ha sido por volver a escribir sobre la angustia y el miedo a caer, en parte porque he vuelto a evaluar los beneficios y en parte porque he tenido mucha menos vida social. Supongo que debo de pensar especialmente en esto último, en cómo afrontar que las relaciones sociales en si mismas me dan ganas de beber y de fumar. Eso suena a problema de fondo.
Muchas gracias por tu ayuda.

Mcqueen dijo...

Hola Berto, hola a todos, cuanto tiempo! Aquí seguimos aguantando el tipo, creo que cumplo el mismo día que tu, y ese año está a punto de caer. Me pasa mas o menos lo mismo que a ti, tampoco me molesta en absoluto que fumen cerca de mi si no casi lo contrario, mi suerte es que donde mas ganas tengo de fumar es donde nadie fuma (o casi nadie) que es en el lugar de trabajo ya que ni en casa ni cuando salgo no sufro lo mas mínimo. Estoy seguro de que definitivamente no volveré al tabaco y creo estar seguro que me toca sufrir eternamente....pero esto es así en mi caso,unos sufren mucho al principio y otros como yo no sufrieron al principio y sin embargo sufrimos un poquito por los siglos de los siglos...amén. Así que Berto, sigamos estando seguros de que el humo es historia y seguro que se hará cada día mas llevadero.
Un abrazo.