viernes, 29 de mayo de 2009

Viviendo sin tabaco.

Hace más de un año que dejé de fumar y es un placer venir a compartirlo con vosotros, que sois parte de este proceso. 
En todo este tiempo me he estado quejando muchísimo porque no he dejado de tener ganas y porque se me hacía muy difícil recordar por qué no debía volver al tabaco. Esto ha cambiado, ahora ya no tengo duda de que el placer de no fumar es mucho mayor que el que me produciría volver.
 He tenido que convivir con muchos fumadores durante casi dos meses en situaciones de lo más variopintas y verlos con una tos atroz por las mañanas y desesperados por salir a dar unas caladas, sentir su nerviosismo por  conseguir un cigarro a las tantas me dio mucha pena, me hizo sentir que de verdad el tabaquismo es una enfermedad muy grave que termina con las personas y que anula su voluntad. 
Nunca voy a curarme del todo, siempre estará ahí ese deseo de encender un cigarrillo en alguna ocasión, pero no es algo tremendo, hay enfermedades crónicas que son mucho peores y que exigen una medicación diaria. Lo importante es seguir viviendo y aceptar que hacerse mayor es aceptar que las cosas están bien aunque no sean perfectas. 
Quiero dar las gracias a mis compañeros, a los que siguen sin fumar y a los que han vuelto, a los que todavía vienen de cuando en cuando y a los que se han olvidado o ya no quieren hacerlo porque no recuerdan que sin tabaco se vive y muy bien.

6 comentarios:

Gabriela dijo...

Entré aquí porque anoche en una fiesta de cumpleaños quedó un cenicero con un cigarrillo humeando frente a mí por un buen rato, y aunque no sentí deseos, en un momento fue como si pasara un rayo, como so nunca lo hubiera dejado y como si lo normal y lo razonable hubiese sido tomarlo y darle una seca. Como que es parte de mi cotidiano. Fue un momento muy raro, y sin tensión, pero me asustó lo hondo que queda todo aquello, y lo vivo que está aunque verdaderamente no siento deseos.
Enseguida tomé el cenicero que era enorme y lo corrí hacia un costado, y todo siguió adelante como si nada. Pensé en eso: en qué bueno que es vivir sin fumar.
Me alegra haberte encontrado por acá, Berto.

Alhuerto dijo...

Es complejo afrontarlo y más cuando pasas del año, cuando crees que por llevar tanto tiempo ya no deberías de tener deseos ni de pensar en el tabaco, pero no es así, inconscientemente siempre seremos exfumadores nunca seremos no-fumadores.
Berto, auriga y Gabriela.... felicidades por llevar un año, ahora al menos el punto de partida se ve lejaaano y se llena uno de orgullo por ese camino trabajado.
Yo ya he cumplido el año y medio y me siento a gusto conmigo mismo en ese aspecto.

Saludos a todos.

La Taberna Fantasma dijo...

Hola muchachos...! Cómo pasa el tiempo, ya somos ex-fumadores...! Me alegra un montón que Don Quijote haya vencido a los molinos de humo. Si hemos ganado la guerra o sólo una batalla es algo que sólo puede decirse cada uno a sí mismo.

Me gustaría ser capaz de deciros algo realmente útil para esos momentos en que uno debe recordarse que el placer de no fumar es mucho mayor que el que produce volver, pero lo cierto es que ya no soy capaz. Hace muchos meses que no tengo ganas de fumar y no necesito recordarme esto. Tampoco odio el tabaco ni me da asco, sólo siento indiferencia. Si en algún momento me ha asaltado un pensamiento fugaz del tipo "qué agradable sería echarse un pitillo sentada al sol en las escaleras del jardín" no he tenido que hacer el más mínimo esfuerzo para reducirlo al absurdo, se ha caído por sí mismo, sólo me ha provocado una sonrisa incrédula y he despedido a mi pequeño y anciano mono con una palmadita, que sí abuelo, que sí, deje Vd. las batallitas y tómese la leche con galletas, y a ver si nos vamos largando, ¿eh? Al pobre da penilla verlo. Claro que está ahí, para eso soy una adicta. Pero hace tiempo que no me molesta en absoluto.

Fumar o no fumar ya no es un tema para mí. Durante muchos meses me he abierto la tapa del capó y he aprendido un montón de cosas sobre cómo funciono por dentro. He limpiado un poco, he reconectado algunos cables... y luego he cerrado el capó. Funciono de nuevo y trato de aprender a conducir-me de un modo más cuidadoso.

Y no es sencillo. Tomé el alta y volví al trabajo. Y no me ha resultado fácil sobrellevar el estrés de la vuelta a la normalidad en un entorno laboral tóxico en el que además ya no soy bienvenida (nota: una persona que cae en depresión ya no es bienvenida en ningún trabajo). Y me voy adaptando y aprendiendo a estar tranquilamente sentada en una habitación, a gestionar mis emociones de un modo más saludable y a no darle tanta importancia al trabajo y, en general, a las cosas que no dependen de mí o no tienen solución. Voy aprendiendo a no abrir el ordenador más de lo necesario y a vivir más en el mundo presencial, y es como si el estado mental necesario para afrontar estas cosas fuese contradictorio con el tono necesario para escribir el blog, reflexionar sobre el tabaco o pasar tiempo en internet. Es como hacer malabares, al principio sólo puedes mover una pelota y en cuanto metes la segunda se te caen todas. Cuestión de práctica y eso hago, practicar.

Sirva esto para explicar mi ausencia pero lo cierto es que no me conviene seguir hablando de tabaco, así que no vendré mucho más. Aunque podemos hablar de lo que nos dé la gana, claro.

Ahora lo que tengo que hacer es conducir con más gracia y quitarme las putas lorzas, que todavía no lo he conseguido. No pasa nada, me costó muchos intentos, tiempo y esfuerzo dejar de fumar. Pues esto es lo mismo, queridos míos.

Y también podemos tomarnos un agua cualquier día en cualquier terraza...

Un abrazo a todos, queridos.

Olinda dijo...

Hola chicos, finalmente me animo a escribir, que me pierdo en el blog. Quiero felicitarlos a todos los que ya son ex-fumantes. Por suerte yo ya estoy de ese lado, llendo a los cuatro meses sin fumar y con la mente bien puesta. Sus testimonios me han servido muchísimo. Berto, felicitaciones guapo y gracias por compartir tu experiencia y transmitirlo tan pero tan bien. Lo mismo Gabriela y lataberna fantasma, eres una sabia mujer.

Les deseo lo mejor y les agradezco porque todos ustedes han sido y son una ayuda increíble en este proceso de aprender a vivir sin fumar.

lanena dijo...

Vengo a confesar q estoy fumando, desde hace unos 15 días...diciendome q es el último a cada momento...he pasado por un momento muy duro en mi vida, el más duro hasta ahora...y me deje llevar por la adicción...
Dios...tengo q dejarlo cuanto antes.

Beatriz.

Gabriela dijo...

Lanena, espero que vuelvas por aquí, y que sigas pensando al menos que cada uno es el último. Ya te llegará el momento de la decisión. Pero mientras, no te pierdas de vista que ha sido un momento de flaqueza, que cierta circunstancia te debilió frente a la adicción, y que ya vas a estar de nuevo en condiciones de retomar la tarea de vivir sin tabaco, limpita y más saludable. Un abrazo. Y no estés culpándote ni machacándote ¿no? Que eso no lleva a nada. Un abrazo.GGracias Olinda por tus recuerdos. ¡Recién los veo!