jueves, 12 de febrero de 2009

Cambios al dejar de fumar (epílogo)

Isabel, te contesto sobre mis cambios en una entrada, porque me estaba saliendo un comentario kilométrico, jeje...

En primer lugar, llevo muchos meses que no toso ni me duele nada. Antes sufría mucho de dolor de espalda, cervicales, lumbares, en cuanto tenía una tensión se me plantaba en el cuello o en las dorsales y siempre estaba destorciéndome, empastillándome o en el fisioterapeuta. Había llegado a pensar que era crónico. Ahora se ve que mis músculos reciben más oxígeno porque no me duele nada de nada desde que dejé de fumar, y no me han faltado tensiones.

Ya se me ha olvidado lo novedoso de la sensación, pero tengo las vías respiratorias limpitas y despejadas como patenas. La capacidad cardiorrespiratoria lo nota mucho, yo he vuelto a poder hacer aerobic de ese machacante, que antes ya no podía. No es que me entusiasme el aerobic, pero me gusta poder hacerlo si quiero.

Cuando se te pasa un poco la necesidad de estar completamente alerta para que no se te vayan las manos a las cajetillas ajenas te das cuenta que de la multitud de estresores diarios que te rodean te has ahorrado unos cuantos. Por ejemplo, yo viajo en metro y bus una hora para ir a trabajar. Imagínate esos viajes fumando como cosaca, te los pasas histérica esperando salir a la superficie con el cigarrillo en la mano, subiendo las escaleras de 3 en 3 para salir y fumar. Bonita forma de comenzar la jornada. Ahora en cambio puedo ir leyendo tranquilamente y empezar el día sin agobios. Te ahorras la tensión de las reuniones largas sin fumar, y de tener que salir a la puerta de la oficina, y de preguntar en los bares si se puede o no fumar, y los viajes en tren o avión pueden ser muy placenteros para los no fumadores. Aprendes a estar sentada tranquilamente en una habitación sin hacer nada, sin fumar, ni comer, ni morderte las uñas. (Al principio comes, pero luego también se te pasa)

Mientras estás dejando de fumar te parece que estás eternamente pendiente de no fumar y eso te crea estrés. Pero cuando ha pasado un tiempo razonable, te das cuenta de que antes estabas permanentemente pendiente de fumar y, como ya no lo estás, esto te libera una cantidad de energía, tiempo y tranquilidad que antes no tenías. La vida sigue igual que antes pero cuando llega navidad y haces tus propósitos de año nuevo te das cuenta de que ese lo puedes marcar como hecho y entonces puedes afrontar todas esas cosas que querías hacer y que eran incompatibles con el tabaco.

El proceso también tiene sus consecuencias negativas. Para la mayoría de la gente es inevitable engordar, aunque todo el que me lo ha contado lo ha hecho en tiempo pasado, es decir, luego se lo quitó. Yo he engordado 16 kilos, nada más y nada menos, y sólo últimamente parece que el progreso se ha detenido y puedo empezar a adelgazarlos. Ya llevo casi 4 (uffff, qué proeza!). Tú tranquila, Isabel, que la mayoría de la gente engorda 4 ó 5 y ya está, eso es un mes de dieta. Pero lo cierto es que mi proceso ha sido especialmente jodido, pues la abstinencia me desencadenó una depresión muy importante. Esto de dejar de fumar y deprimirse es más frecuente de lo que parece, ya venga la depresión más profunda o más llevadera, aunque la mayoría de las veces ni una misma ni su médico relaciona esa depresión con la abstinencia del tabaco. Y lo peor es que, como mantener la abstinencia es una cuestión de ánimo y de discurso personal interno, la depresión te lleva de vuelta al tabaco por la vía rápida. Es francamente complicado deprimirse y seguir sin fumar cuando lo estás dejando pero yo tenía clara la relación entre las dos cosas y sabía que si recaía tendría que volver a empezar y volver a deprimirme, y no estaba dispuesta. Era sí o sí.

Esto no tiene por qué ocurrirle a todo el mundo, no os alarméis. Por aquí hemos pasado mucha gente y sólo unos pocos hemos sido tocados por el mal de la nube negra. Pero es bueno saber que puede ocurrir y que si os notáis el ánimo bajo por el camino no dilatéis el momento de acudir al médico de cabecera y contárselo.

Ahora estoy prácticamente recuperada de la depresión y he comenzado a quitarme los kilos con la ayuda de un gordólogo y las mismas técnicas que estxs chicxs me han enseñado para dejar el tabaco. A ver, las que no tenemos voluntad tenemos que buscarnos la vida con mil triquiñuelas. Ya no tengo ningunas ganas de fumar en ninguna circunstancia. Muy ocasionalmente me asalta un pensamiento automático relacionado con el tabaco, pero no me apetece fumar. Lo percibo como algo extraño y ajeno. Me resulta raro pensarme fumando, es como si hubiera sucedido hace miles de años o en otra vida. Tampoco me confío y recuerdo bien en qué cajón he guardado el mono, pero lo cierto es que a veces tengo la sensación de no haber fumado nunca. Es raro.

Ahora que releo lo que he escrito, me parece una historia larguísima y plagada de dificultades (y también de beneficios), me parece la historia de alguien que se ha desenganchado de una droga dura, no del tabaco. Y lo cierto es que el destrozo anímico y psíquico ha sido similar, y la rehabilitación también. He tenido que reaprender a pensar sin nicotina, a leer un párrafo y comprenderlo, a terminar un cuento corto y luego una novela, todo eso antes de estar en condiciones de devorar libracos inmensos en tiempo récord, que es lo que he hecho toda la vida. Y aún no leo como antes. No sé, supongo que mi grado de adicción era muy alto o que me apoyaba en el tabaco para solucionar algunas fallas previas, lo que ocurre muy a menudo, aunque casi nadie es consciente. Es lo que aquí hemos llamado a veces llenar los propios vacíos con humo de tabaco, que en cuanto se disipa el humo te das cuenta de que existen y de que en realidad siempre han estado vacíos.

¿Que si ha merecido la pena? Por supuesto que sí. Había alcanzado un nivel de dependencia insostenible, así no se podía vivir. Habría vendido a quien fuera y lo que fuera por un cigarro en un momento de necesidad y estaba viviendo situaciones que rozaban la indignidad personal. Sólo lamento haber tardado tanto tiempo en darme cuenta de que tenía que dejarlo y de cómo hacerlo.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchíssimas grácias por tu franqueza y testimonio que generosidad!!!!!!!!justo lo que necesitaba gente que me hable sin tapujos de lo que estoy viviendo y puedo encontrarme.Si he notado que antes el Ibuprofeno me lo tomaba como caramelos por el dolor de cabeza y ahora hace dias que no tomo uno. Lo que si estoy pasando és el mono del Zintabac. Me explico, como comente en teoría para la gente que me rodea sobretodo por mi família hace tres meses que deje de fumar y empece a tomar zintabac me fue bien pero claro como he estado fumando a escondidas, la realidad es que tan sólo hace casi quinze dias (el domingo)que no fumo ni uno, y claro se supone que ya no necesito el zintabac y se me ha acabado.. pués resulta que estoy bastante nerviosa y estoy segura que és por la dependencia de estas pastillas. No voy a comprar más; lo he decidido pasaré este "mono" y por fín espero ser LIBRE de toda sustancia adictiva. Que demonios he de empezar a quererme un poco, la gente que me rodea me quiere mucho y me tiene en mucha más valia de la que yo tengo de mi misma pero quiero intentar conocerme sin drogas y poder amar mejor a quien tanto me da. Grácias t.fantasma. (Tanto rollo,espero llegar al domingo). Isabel

La Taberna Fantasma dijo...

Isabel, perdona que te contradiga, pero eso es un error. No estás enganchada al Zyntabac sino al tabaco. Lo que sientes es producto del síndrome de abstinencia y el Zyntabac - pese a tener muchos efectos secundarios - lo que hace es disminuirlo un poco. Sé lo que te digo, yo lo he tomado dos veces. Ese medicamento tiene un uso concreto y una posología determinada que tú no has seguido bien, pues has seguido fumando mientras lo tomabas. Estos medicamentos pueden generar problemas si los dejas de golpe y cuando no toca, así que yo que tú iba al médico de cabecera y le contaba LA VERDAD de cómo está la cosa, que llevas dos semanas de abstinencia y que se te ha terminado la caja. Si mal no recuerdo, había de tomarse unas cinco semanas tras dejarlo, así que te quedan tres.

Está muy bien que aspires a ser completamente libre de toda sustancia adictiva, pero es pronto para eso. Céntrate en el mono del tabaco, que es el que tienes ahora. Y para eso toda ayuda farmacológica PRESCRITA Y CONTROLADA POR UN MÉDICO es bienvenida.

Por supuesto que vas a quererte un poco y un mucho, por eso has decidido dejar de fumar y por eso no te vas a engañar y lo vas a conseguir. Claro que vas a llegar al domingo, y al miércoles y al mes que viene. Lo ha conseguido gente mucho más tonta que tú, así que tú también. La cuestión es no engañarse, no consentirse, no autocompadecerse sino quererse de verdad, que no es lo mismo.

Lee tu comentario como si lo hubiera escrito tu hijo que no quiere hacer los deberes, que quiere ser libre de toda imposición de los profesores. ¿Qué pensarías? Me parece muy bien, hijo, pero no te lo voy a consentir (precisamente porque te quiero mucho). Así que ponte con los deberes echando leches.

Cosas parecidas nos contamos cuando estamos con el mono, que si no quiero depender de las pastillas que me ayudan a no fumar... Pues yo como si fueras mi hija, te digo déjate de excusas y vete al médico, que es el que sabe de esto. Y si no te llevo yo de una oreja!

PD: Otro beneficio es la piel, nena, qué cutis se te pone! Y eso se nota en poco tiempo.

Anónimo dijo...

Ja,ja,ja,ja, eres genial. Grácias, te haré caso he intentaré ir al médico, llevo 3 cajas, recuerda que en teoría hace tres meses que "deje de fumar". Ya te contaré. Un abrazo!!

La Taberna Fantasma dijo...

Eso de los tres meses se lo cuentas a quien quieras menos a ti misma y a tu médico. Si él/ella te dice que vale, que lo dejes, pues estupendo. A mí en su día -y después del Zyntabac- me recetó un tranquilizante suave que me vino muy bien al principio y que tomé en la dosis y en el tiempo estrictamente prescrito por mi médica, claro. Venga, no seas vaga y pide cita. Abrazo!

Gabriela dijo...

Isabel, todo lo que cuenta Taberna es más o menso igual para todos, detalles más, detalles menos. Como tuve una caída en la banda ancha no puedo releer para ver si yo no registré o si ella no escribió acerca de unas cositas positivas que yo sumaría: se ahorra dinero en el tiempo, y además anda uno más liviano sin tener que preocuparse de llevar un boldo para aguardar el cenicero y el encendedor, y el dinero por si no hay suficiente y etc. No es gran cosa, aparentemente. Pero a mí me ha dado por momentos una gran satisfacción, como una libertad de acción, una independencia. También la casa dejó de oler a cenizas, y ahora que los ceniceros están del lado de afuera para cuando alguien fuma, esta todo más limpio, menos pringoso. Como nada huele a humo ni a ceniza, después de 24 años (27 de fumadora) volví a usar perfumes. Si a eso sumamos lo de la piel, y el brillo del pelo, más cierta lozanía que trae el dormir mejor y despertarse más oxigenado….calculá vos el beneficio…Y algo importante que no sé si se ha mencionado es que en los nueve meses y medio que llevo, mucha gente que quiero y que sigue fumando se ha sentido inspirada a dejarlo pensando que si alguien como yo pudo, ellos pueden también. Eso da alegría. No sirve para dejarlo, pero sí da alegría.
De lo negativo, los cambios abruptos de humor, la ira, la tristeza y la melancolía para mí fueron devastadores en un momento cercano a los dos meses. Por la energía que desprende de uno y por los estragos que producen en el cotidiano, esos cambios de humor me desgastaron mucho, pero como todo, pasaron. Ahora, en mi caso, fue esencial en estos momentos la ayuda de tener avisado al entorno acerca de la relación entre esa mala onda y la abstinencia. Al estar prevenidos, mis hijos y mis compañeros de trabajo pudieron soportarme elegantemente.
Otra vez, la ayuda emocional de los amigos de Hoy no fumo fue incalculable. Pero sumando y restando, como dice LTF, parece que esto le hubiera pasado a otro, y hasta ¡en otra vida! Como en los partos, parece que pasado el instante y con el crío en brazos, una se olvida de lo que dolió.
Para terminar, una cosita más. Las personas que nos quieren valoran mucho nuestro esfuerzo para dejar, se alegran con nuestros progresos y nos dan mucho aliento. Sobre todo los que nunca han fumado y los que todavía fuman. No les niegues a ellos ni te niegues a vos la posibilidad de transitar juntos y en claridad un caminito como de superación. No cambia mucho tu trayecto ahora que sean quince o treinta o cuarenta y cinco días los que llevás, y si blanqueás la situación con un simple “bueno, me he estado fumando unas sequitas” tal vez puedas estar más relajada y contar con ellos desde un lugar menos torturado. Y al médico ¡ni qué decir! Porque si no, será de una oreja cada una que te llevemos.
Bien, a la vieja usanza,eterrrrrno el comentario. LTF: ¿no podemos editar nuesto propio 12 paso, ya?

La Taberna Fantasma dijo...

Lo del 12º paso... es que lo del ser superior se me atraganta un poco conceptualmente... Debe de haber por ahí un sistema de esos para ateos, pero no lo encuentro. Si lo pillas, dime...

Ex-fumador, ¿qué tal vas tú?

Unknown dijo...

El proceso de dejar de fumar, definitivamente no es igual para todos, pero es bastante similar.. La depresión también me atacó, aunque lo hizo con un poco de retraso.. Tuve la suerte de haberlo dejado al primer intento y también la suerte de no haber sentido la abstinencia física, pero la psicológica.. esa si que fue fuerte.. Me planteaba dejar de fumar desde mucho tiempo antes de dejarlo, pero sin una motivación lo suficientemente fuerte como para odiar el tabaco.. el único motivo que tenia en ese momento era el de no seguir sintiéndome “diferente” ya que todos mis familiares y la gran mayoría de mis amigos se habían convertido en exfumadores.. Un buen día, con el único efecto negativo que le conocía al tabaco como lo era el hecho de que podía causar cáncer, decidí que al día siguiente no fumaria, convencida de que no lo lograría.. mi sorpresa fue mayúscula cuando ese primer día no sentí necesidad de encender un cigarrillo y que cuando me acordaba de él, unos sorbos de agua y un recordarme que no valía la pena la histeria (porque simplemente no había cigarrillos y no saldría a comprar) era suficiente.. Así pasaron tres meses, hasta que un día, el gusanillo de la adicción que aparentemente se había tomado unas buenas vacaciones, despertó y lo hizo sembrándome las dudas que me llevaron a una lucha entre la razón y la emoción, que duró mas de un año… consigo trajo también el mal humor y con este también me tocó que lidiar duro porque en ese sentido no tenia el apoyo de mi esposo, quien había dejado de fumar sin sufrir absolutamente nada, por lo tanto no me podía entender y prefería verme fumar antes que de mal humor.. ufff!!!

A pesar de lo duro en lo que se convirtió el proceso de dejar de fumar, me considero una persona con mucha suerte: haber dejado de fumar sin ayuda médica y al primer intento, no haber engordado, no haber sufrido el síndrome de abstinencia física.. sin embargo prefiero mirar hacia atrás y tener bien presente los momentos tan difíciles por los que pasé.. no quiero volver a pasar por ellos..

Gabriela tiene mucha razón cuando habla de independencia y de libertad de acción, pero eso solo se puede apreciar cuando ya no fumas, al menos para mi fue así.. Durante mi tiempo de fumadora nunca vi el hecho de estar pendiente de que no me faltaran cigarrillos o el de abandonar una conversación para salir a fumar, como una falta de libertad, simplemente formaba parte de mi cotidianidad..

Hoy en día a mis casi dos años sin fumar, todo es muy diferente.. La parte mas dura para mi ha sido la de romper la relación “problema-cigarrillo” y hasta eso ya lo tengo casi logrado y digo casi porque no puedo negar que esa relación era muy fuerte y no deja de llegar a mi mente la imagen del cigarrillo cuando mas angustiada estoy, pero al igual que todo en la vida: pasa.

Tabi nos gustó mucho esta entrada y formalmente te la pido para publicarla en nuestro blog (como contrapartida de lo que se llevó la urraca, jejej)..

Adelante Isabel.. dejar de fumar no es un sueño inalcanzable.. es una realidad a la mano de quien se lo proponga..

Besos para todos y Feliz fin de semana..

La Taberna Fantasma dijo...

Por favor, Nieta, estás en tu casa. Llévate lo que quieras para lo que quieras. Siempre es un placer recibirte.

Dices que la depresión te vino 'con retraso'. A mí también, a los 3 meses más o menos. Supongo que en ese tiempo estamos acumulando estrés emocional que no percibimos. Yo creo que por eso cuando sucede no es tan evidente su relación con la abstinencia, porque no siempre puedes establecer una relación de causa-efecto que sea inmediata en el tiempo.

Ayer me encontré diciéndole a mi chico 'a veces se me olvida que he dejado de fumar y me parece que no he fumado nunca'... Sospechoso, no? Un abrazo!

Anónimo dijo...

Yo también tuve un bajonazo a los dos meses, me parecía que el tiempo no pasaba y que ya no tenía ni la energía ni la convicción del principio. Parece que es otro de los trucos de la adicción para asegurarse el retorno al tabaco: si conscientemente decides no fumar un día te despiertas con la idea de que todo es una mierda y que para la basura que es esto no merece la pena hacer el esfuerzo do no fumar... pero a eso ya llegaremos cuando estemos dos meses, ahora estamos en otra fase en la que es muy importante celebrar lo que consigues y compartirlo, con nostros y por supuesto con la gente que se alegra. Parece que te agobia un poco la idea de haber ocultado que fumabas... vamos a ver... has dejado de fumar, eso es lo importante y eso es lo que les hace felices a ellos. Has tenido un tropiezo y lo has ocultado porque no querías desilusionarles. Eso está superado, ahora no fumas y no vas a volver a fumar, puedes compartir con ellos eso, compartir la verdad de un proceso de desenganche desde una perspectiva real, esa patraña de la fuerza de voluntad, que todo el mundo dice como si fuera una postura del Kamasutra y que nadie sabe en qué consiste verdaderamente. Dejar de fumar, es un proceso, largo para recuperarse de una enfermedad y lo mismo que nadie se cura la gripe con voluntad, nadie se cura así como así. Hay unos tratamientos que hacen más fáciles las cosas y la terapia de grupo, que a mi al principio me sonaba a cosa horrible y americana chorras resulta que funciona. Y no tiene más secreto que compartir lo que pasas con otra gente que lo está pasando o que lo ha pasado y que puede decirte que lo que tienes es totalmente normal y que se pasa.
Las ventajas son enormes, ni te digo lo que es volver a nadar sin marearme, correr para subir a un autobús y no sentirte a morir, tener un color más saludable, no sentirte una mierda cuando en la mañana la tos te pone cara a cara con la realidad. La pasta, que yo me fui de vacaciones a Estados unidos con lo que ahorré en ocho meses, cosa que no me había permitido nunca. pero sobre todo el haberme puesto al límite de mi propia resistencia he descubierto que soy más fuerte de lo que pensaba porque mi cerebro me ayuda, porque sé buscar a gente que me ayuda y compartir con ellos lo que aprendo. Había cosas que en mi vida hacía mal, fumar era una, y ahora me doy cuenta de que hay mil historias ridículas que uno se monta en la vida para seguir haciendo lo que hacía. Aprender a criticarte constructivamente y a aceptarlo desde el cariño y no desde la frustración es algo que va muy más allá.
De todo corazón te digo que la úncia cosa buena que tiene fumar es que te da la oportunidad de dejarlo y aprender de ello tantas técnicas que te ayudan a ser más feliz.
Pregunta y pregunta porque nosotros al contarte también recordamos cosas que nos ayudan a mantener presentes los inmensos beneficios

Anónimo dijo...

Hola! os doy las gracias por vuestros comentarios...aunque hace ya bastante tiempo que no comentais nada jaja pero con que uno lo lea me sirve....yo llevo exactamente 1 mes y 1 semana...llevo unos dias con muy mal humor y con ganas de llorar...estoy pasando por la depresión de la que hablais...por todo me enfado, todo me sienta mal, a todo el mundo riño por tonterias...realmente lo estoy pasando bastante mal y tras leeros a vosotros he pensado en ir al médico porque la gente que me rodea no tiene culpa alguna de mi situación y es con ellos con quien lo estoy pagando todo... Os repito que muchisimas gracias por vuestros comentarios...me han ayudado un montón. Un saludo!
Sheila.

Anónimo dijo...

Hola a todxs !! he caido por casualidad en esta pagina porque hace cinco dias que deje de fumar y la verdad es que lo llevo mucho mejor de lo que pense. Ya se que no es mucho tiempo, pero la verdad es que para mi pasion con el tabaco 5 dias es como si fueran 5 años!! Decidi dejarlo de golpe y por diversos motivos: olor, sabor, soy asmatica, alergica y unos cuantos mas, asi que ya me tocaba... Aun no noto ningun cambio, solo una tos muy rara y muchas ganas de llorar todo el rato...y eso que soy de las que normalmente les cuesta llorar...bueno, es cmo desengancharse de una droga asi que al lio...Gracias por paginas como estas que de verdad nos hacen ver que no somos los unicos pasando el mal trago para lograr salir de esto...Un saludo!

La 5 dias!

Anónimo dijo...

Hola me lei, todo el articulo hoy tome la decision de dejar de fumar,me lei el libro de Alle carr y me decidi. Espero poder lograrlo, gracias por leerme.Maria Soledad de Argentina

Anónimo dijo...

hola 17:00 hs sin fumar , anoche la pase mal no podia dormir , tuve abstinencia, despues de discutir con mi esposo quebre en llanto me sentia muy mal, espero seguir firme con la decision y dejar de una ves por todas el sucio abito que dios me de toda la fuerza para seguir adelante , gracias

Maria SOledad Falistoco.

Manuela dijo...

Manuela:
Todo lo que comentáis esta muy bien, da ánimos para seguir adelante... para el que quiera dejar de fumar.. Me explico; vuestros comentarios van dirigidos a como lo estáis pasando por la abstinencia, mono de tabaco... etc. Me gustaría saber como sobrevivir a un principiante de exfumador... su mal humor, etc etc..... como ayudar sin poner el grito en el cielo?... gracias!

muydeprimida dijo...

Hola, deje de fumar hace más de una semana, llevaba 13 años fumando asi estuviera enferma en el hospital o cualquier cosa, aunque no es mucho tiempo el que lo he dejado le he agarrado un odio tremedo al cigarro, estoy convencida que no quiero volver, no tome nada para dejarlo y me siento fisicamente bien, el problema es que me siento sumamente deprimida no puedo dejar de llorar y de lamentarme por todo no se si tenga algo que ver esto con lo otro, quisiera que alguien me comentara si ha sufrido lo mismo porque me siento muy mal

Anónimo dijo...

LORE, yo hace un mes y dìas que no fumo, es màgico habler logrado no fumar tan solo un dia imaginense un mes... pero necesito que me ayuden, y me indiquen que hacer para no sentir esa depresiòn, esas ganas de llorar y sentirme mal por engordar.. desde ya muchas gracias

Unknown dijo...

Hola, aqui ya se ha hablado de todo ;).

Os comento, en mi caso he intentado dejarlo hasta en mas de 4 ocasiones. Fumo mucho, desde que abro los ojos por la mañana, en cualquier momento del dia uno me ve fumando. Una vez deje un año entero yme senti genial. Vi todo lo bueno k me conllevó dejarlo por los mil motivps de los k ya se ha hablado por aqi. Ninguna de las veces senti ansiedad, tristeza , mal humor ni nada parecido, solo use la perseverancia no me costo demasiado.

Ahora una vez mas decidi volver a intwntarlo. No es que tenga tremendas ganas de fumar, eso me va y me viene. Pero tengo ansiedad, onstantes ganas de llorar, fatal humor, ando abatida... tb se suma un mal momento en mi vida y x ello la necesidad de hacer algo k me mptivase... cnd se pasa la ansiedad ?? K hago para calmarla?.

Unknown dijo...

Gracias a todos son muy valiosos para quien está pasando a ser exfumador. Llevo 20 días y me siento muy deprimida, mi familia me apoya pero noto que se está cansando de verme así.

Unknown dijo...
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