domingo, 14 de septiembre de 2008

El click de Alicia

El viernes, en el trabajo, me crucé con un experto en esto de dejar de fumar que lleva casi 6 años en abstinencia. Nos encontramos muy poco porque, aunque él trabaja en el mismo edificio, lo hace para otro organismo pero siempre que pasa por mi despacho se asoma, me pone una sonrisa así de grande, me pregunta si sigo sin fumar y me anima enérgicamente a persistir. Es un tipo que siempre me contagia optimismo y energía y se lo agradezco mucho (si me lees, ¡gracias!). Como sabéis, hace poco que me he incorporado al trabajo después de una difícil baja y las vacaciones y todavía tengo cierta sensación de novata en mi propia oficina y mi mente aún tarda medio segundo más de lo normal en reaccionar. El caso es que el viernes aparece A. por un pasillo y como siempre me pregunta, me sonríe, me felicita, me anima y me alegra el rato. Pero a la pregunta '¿Sigues sin fumar?' me quedé algo estupefacta y tardé un momento en reaccionar y contestar algo así como '¡Claro, claro, ahí sigo!' Pero lo que sentí inmediatamente fue '¿De qué me habla este hombre? Por supuesto que sigo sin fumar, vaya pregunta, si YO NO FUMO...' Y el caso es que sé que nunca estaré a salvo, que siempre seré una adicta y que mis cuidados al respecto podrán reducirse a la invisibilidad pero nunca podré permitirme afirmar que estoy por encima de la adicción. No importa, el caso es que por un instante me sentí como si me preguntasen 'y qué, ¿al final te tatuaste aquella calavera en el culo?' Y me dije pa mí, dios mío, me parece que he hecho 'click', y me vi al otro lado del espejo como si Alicia hubiera vuelto al mundo donde todo es posible a pesar de haber cumplido 34.

Ahora recuerdo la última vez que pensé en el tabaco. Fue anoche mismo, viendo una película en la que el prota, ex-fumador, siempre lleva un cigarrillo encima para fumárselo en caso de muerte inminente o fin del mundo. (Se lo fuma, por supuesto, de eso va la peli). Al principio yo pensé algo parecido, si me fusilaran, pediría un último cigarrillo. Aunque al instante añadí, mentirosa, pedirías un Burdeos y otras cosas mucho más íntimas que una dama se reserva para sí. Pensé que fumaría, sí, pero lo pensé desde otra mirada, es complejo de expresar. Sé que debo tener cuidado de no acercarme mucho al espejo pero hoy por hoy me siento al otro lado.

61 comentarios:

Berto dijo...

Gracias por tu post. Hacía tiempo que no leía algo así de esperanzador, creo que como somos tan pocos en este blog a veces nos falta esa perspectiva de los que llevan verdaderamente un montón de tiempo y ya ni siquiera le dan mucha importancia. De todas formas tengo que decir que está siendo muy agradable ver cómo va avanzando Fénix y cómo CLJ vuelve a la tarea. Al menos a mí me pone en perspectiva de cómo evolucionan las cosas, de cómo se va mejorando, de lo rápido que se aleja uno de la angustia y de cómo el peligro empieza a ser el aburrimiento. Gracias otra vez.

Anónimo dijo...

Sí que es esperanzador y como te tengo fe voy a colgar la ilustración de tu post en mi corcho, para recordarme que un día me sucederá esto que relatas, porque ahora me suena igual que cuando era niño y los adultos me decían que entendería alguna cosa cuando fuera mayor. Ser mayor no llegaría nunca o bien tan tarde que ya se me habría olvidado el asunto. El caso es que ser mayor sí que llegó (qué mierda) así que también llegará mi click, supongo.

Debo deciros que estoy bastante ansioso pero no tanto como esperaba o como recordaba estar las primeras dos veces. Lo que más me asusta es lo que viene después, la colección de idioteces que me contaré para tenderme trampas y echar un trujilla. Ya me veo mirándome fijamente en todos los espejos a ver cuándo se produce el milagro... jeje...

No sólo es ilusionante lo que cuentas, también es emocionante cómo lo interpretas. Pero yo que tú me tomaría el Burdeos cuanto antes (¿por qué esperar a que te fusilen?) y lo demás también!

Por cierto, espero que NO te tatuases aquella calavera en el culo... ;D

Anónimo dijo...

Queridos amigos, os leo de vez en cuando sin intervenir pero hoy acudo al llamamiento de Berto para deciros testimonialmente que llevo más de 10 años sin fumar y que hace mucho tiempo que no tengo ganas de fumar ni pienso en el tabaco. Cuando lo dejé tenía 36años cumplidos y me fumaba dos cajetillas de rubio al día. Lo había intentado como 5 o 6 veces y lo pasé sinceramente muy mal pero es una de las tres mejores decisiones que he tomado en mi vida. Las otras dos fueron casarme con mi mujer y tener a mi hijo, daos cuenta de la importancia que le doy. Lo hice sin ayuda y sin pensar mucho en todas estas cosas de las que habláis aquí. Pero me habría gustado mucho quitarme del tabaco como lo estáis haciendo vosotros y sabiendo lo que sé ahora gracias a internet y a sitios como vuestro blog.

Enhorabuena a todos por vuestra decisión y por vuestro aguante. No es nada fácil pero lo estáis haciendo muy bien.
Un saludo desde Berlín.
Fuerza y honor!

Lanya dijo...

Voy a dar un poco de guerra ;)
Probablemente hoy me he levantado con la zarpita izquierda y el ánimo agachado, porque pese a envidiar sana pero intensamente ese click del que habla Tabi, lo que más me ha llamado la atención ha sido otra cosa que ha dicho y que se repite mucho en este blog:

sé que nunca estaré a salvo, que siempre seré una adicta y que mis cuidados al respecto podrán reducirse a la invisibilidad pero nunca podré permitirme afirmar que estoy por encima de la adicción.

No discuto que eso no sea verdad, más bien necesito creer que eso no es verdad, porque de lo contrario dudo que pasara de esta mañana sin comprarme una cajetilla y volver a fumar.

Cuando me vienen las ganas de fumar, y por desgracia aun me vienen (unos días más, otros menos, pero vienen) uno de mis argumentos más sólidos para no recaer es saber que llegaré a ser capaz de vivir sin estar alerta. Recuerdo los primeros días, el agotamiento mental que suponía no poder pensar en otra cosa, y me obligo a darme cuenta de que ahora pasan horas sin que me acuerde del tabaco, y eso me anima a creer que llegará un momento en el que pasen días, semanas, incluso meses durante los que ni una sola vez sentiré ganas de fumar.

Quizá es que yo soy muy rarita (simple pero rarita), pero necesito creer que podré pasar página completamente, aunque pasen años hasta que eso suceda, pero necesito creer que eso sucederá.

Y quiero dar las gracias a nuestro visitante rosaventero, a quien además animo a intervenir con más frecuencia. Su comentario me ha animado mucho, saber que es cierto, que se puede vivir sin acordarse del tabaco. ¡Gracias!

Anónimo dijo...

Y mira que debe de ser difícil en Berlín quitarse de fumar... porque luego ¿qué haces?

Del Alicia en el país de las buganvillas de nuestra Taberna Fantástica lo que más me ha quedado, como a Fénix, es lo del tatuaje en el culo. Y lo que más me sobrecoge es que sé que sospecho que la respuesta es sí.

Como estoy a medio plazo todavía de vez en cuando me pasa por la cabeza si esta o cual situación tengo que solucionarla con un cigarrillo en los labios. Me contesto que se podría hacer, pero no me parece extremadamente necesario, ni creo que mejorase la situación ni mi estado de ánimo. Y entonces paso a ver cómo está mi estado de ánimo y cómo se arregla un estado de ánimo de forma sensata.

La idea de que me estoy privando para beneficio de mi salud de algo que deseo, pero de lo que no me pienso privar en cuanto mi salud ya no tenga importancia, lo veo como otro de los paradigmas de fracaso en una deshabituación. Aparte de un paradigma también de masoquismo recalcitrante. Si se está ya al otro lado del espejo (no me he enterado muy bien a qué lado es porque el cuento de Carroll siempre me ha interesado bastante poco) guardarse reliquias por los bolsillos debería de ser algo inútil (debe de ser una de mis ventajas de liarme a tirar todo lo que no me sirve) y pensar en ellas deja entrever atisbos de necrofilia

Me sorprendió hace unos días mi padre cuando viendo fumar a mi hermana dijo: me fumaría ahora uno. Le pregunté: ¿para qué? No, no, para nada -me contestó... Es decir que su adicción hizo acto de presencia allí sin saber muy bien para qué. Comprobé que no escondía tabaco por los bolsillos. Al burdeos (llámese vino) sí le pega de vez en cuando algún tiento.

Y hablando del burdeos, que desde ahora llamaré bordeaux (si no, los franceses que son quienes más fácilmente me lo podrían proporcionar no te entenderán nunca) cuando te vayan a fusilar, mi querida Latifa, elige mejor un buen rioja, ribera de duero o similar hispano, y envuelta, eso sí, en la bandera de España, plan ¡Ay, Carmela! Por supuesto, en lo que respecta a lo más “per se”, lo francés siempre resulta altamente recomendable y nada reprochable.

Anónimo dijo...

Lanya, cuidadito porque parece como si estuvieses buscando una justificación para fumar.

Nadie ha dicho, ni siquiera La Taberna Bordelesa ahíta de bordeaux, que no se pueda llegar a vivir sin estar alerta. Personalmente he pasado dos veces un año sin fumar sin preocuparme, al poco tiempo, del tabaco.

Yo llamo estar alerta a no olvidarme de que la adicción a la nicotina es para siempre. Que si algún día se me pasa por la cabeza que podré fumarme un cigarrillo de vez en cuando, o que un cigarrillo va a solucionar un problema de mi vida, tener bien claro que ese pensamiento no es más que una mentira más de mi adicción latente, reconocer este pensamiento como un ataque de la adicción, y tomar las medidas de sobras conocidas para evadirme de él. Cuando me engañé y no tomé medidas, recaí.

Ser rarito, simplemente rarito, rarito simple o raramente simple, va con cada cual y, como hay gente “pató”, cualquiera de los estado puede resultar atractivo. Utilizarlo para apoyarse en que yo soy un adicto especial es una forma más que busca mi adicción para colarse y justificarme que como yo no soy como los demás es lógico que yo desee más el tabaco y muchíiiiisimo más lógico que me cueste dejarlo, y de cajón que me fume un pitillito ahora que estoy que no se me “pueaguantá”

Raritos... lo justo...

Lanya dijo...

Huy... que va que va, yo no me tengo por especial, simple sí, simple y rarita, puede, pero especial conlleva un cierto matiz atractivo que la verdad, modestia aparte, no creo que merezca.

A ver, que no me he debido explicar bien. Lo que yo quiero decir es que quiero creer (y no he dicho “creo”, que ya me gustaría a mi decir, pero no se yo...) a lo que voy, quiero creer que llegará el momento en el que ni por lo más remoto se me pasará por la cabeza lo de fumarme uno cigarrito. No se trata de que llegado ese momento yo tenga muy claro que no debo o no puedo hacerlo porque sigo siendo adicta aun pasados 50 años, no, no, se trata de que no sea necesario recordarme si soy o no adicta porque ni me acuerde de que el tabaco existe.
Vamos, que supuesta esa situación -dentro de 5 minutos se acaba el mundo ¿qué hago?- y estando en ese momento delante de un estanco y de una pescadería, tuviera las mismas tentaciones de fumarme un cigarrillo que de comerme una sardina cruda (es que yo no soy muy aficionada al pescado, y pocas cosas me parecen más repugnantes que comer pescado crudo... ya, ya se que el sushi es admiradísimo, ¡¿veis como si soy simple y rarita?!).

O dicho de otra manera; se que puedo no volver a fumar, he podido no fumar durante casi 5 meses así que puedo seguir igual el resto de mi vida, lo que quiero es que pueda hacerlo sin darme ni cuenta, igual que vivo sin comer mango (por poner un ejemplo) y no es que tenga nada en su contra ni a su favor, es que ni siquiera me acuerdo de que existen.

La Taberna Fantasma dijo...

Lanya, querida, mírate este link http://hoynofumamos.blogspot.com/2008/08/dormir-con-los-ojos-abiertos.html
Aparta los rollos estos del lenguaje (no tenemos arreglo) y léelo. Yo concluyo que una lucecita pequeña así tipo led se quedará siempre encendida, aunque sea invisible... Pero mira lo que nos dice el rosaventero berlinés, hay esperanza...! Luego os cuento una cosilla del vino (Auri, eres más antiguo que un luto). Besssss

Anónimo dijo...

Como te veo venir, Tabernona, so modelna, te diré que tú hubieras sido muy capaz de dejarte fusilar sin pestañear el 2 de mayo de 1808 por las tropas francesas con una copa de premier cru de Châteaux Lafite en la mano.

Y es que tú siempre serás tú.

...Y Murano siempre será Murano(al tanto con la copa, al bohemia le faltaría glamour para estas ocasiones).

Anónimo dijo...

A ver, Lanya nuestra de nuestras entretelas. Lo tuyo se define como “el síndrome de la empanada” Es el mismo síndrome de abstinencia de la nicotina, pero al que se le añade una empanada mental de las de concurso. Lo suele provocar nuestra adicción cuando ve que estás muy fuñe que fuñe en el intento y que nada tiene que hacer con el momento actual.

Y entonces rebusca hasta que encuentra una salida para seguir metiendo cizaña. ¿Qué será de mí dentro de veintitrés años y dos meses?, ¿qué será?, ¿seguirán mis insanos deseos dale que dale fustigando mis ansiaaaaas? ¿Podré soportar tanto tormento? ¡Ay mísera de mí, ay, infeliza...!

La formación de esta empanada pude continuar mientras sigas en el empeño hasta que te caiga por las orejas, o incluso hacerte dos rodetes alrededor de ellas, plan dama de Elche.

La forma de evitarla es sencilla, bastan con leer el nombre del blog; pero tiene el inconveniente de que hoy no vas a fumar, que es lo que realmente te está picando, y eso, quieras que no, jode...

CLJ dijo...

Yo pienso que es mejor vivir el día a día y no estar pensando continuamente en "cuando se me va a ir estos pensamientos de fumar" o "cuando llegará el día en que ya no me acuerde", si sigues pensando así, entonces no se te van a ir en la vida esos pensamientos.
Desde luego es mejor tener la esperanza de que ese día llegará, pero como no sabemos cual es nuestro destino, es mejor no pensar tanto en qué será de nuestra vida de aquí a ....... Todo puede ser y no ser, todo puede pasar y no pasar. Lo importante es que cuando te vengan esas ideas engañosas, las dejes de lado y pienses en otra cosa, algo a corto tiempo, es más factible, la verdad, ya que si te dejas llevar por esas ideas, te podrían llevar a otras y al final al piti. Dejalas de lado que a lo mejor es una artimaña del Mono Amedio.

Anónimo dijo...

Auriga, discúlpame, pero a mí todo el Rioja me sabe parecido. El Ribera aún se distingue pero camino lleva... En mi casa somos más del Priorato y del Somontano. Y no entro en el debate vino francés-español porque nos pueden dar las del juicio final y además no os conviene. Yo me apunto al Burdeos..!

Gabriela dijo...

Bien. Pasé el fin de semana preguntándome si valía o no la pena contarles una anécdota, y primero encontré el artículo de Alicia, y después todos los comentarios a este respecto. Entonces decidí que sí, que estaba bien, aunque ya hemos hablado varias veces del asunto.
El viernes pasado estaba en un congreso, por trabajo, y me tocó compartir la mesa del almuerzo con cinco personas, tres de ellas muy conocidas de mucho tiempo, y un cuarto que no conocía. Hablamos de la voluntad con que evité todas las cosas ricas (ricas en grasas y carbohidratos) y el vinito (que no era rioja pero decían que muy rico) y todos estaban contentísimos de que yo siguiera sin fumar. Sobre todo una amiga mayor, de las de 50 cigarrillos diarios, que me conté que volvió después de un año sin fumar, por la trampa más boba que es ese "qué me va a hacer uno solito, si ya no fumo". Me dio pila de consejos, y me sentí de verdad muy contenta y acompañada con lo del tabaco y lo de la dieta.
Entonces fue que, este hombre que no conocía y que había permanecido callado, me dijo: "Qué bien, qué bien que dejó de fumar. Yo dejé hace veinte años, y el único problema que he tenido es que nunca se me quitaron las ganas." Los que nunca fumaron, la que sigue fumando y los que hemos dejado quedamos boquiabiertos. Creo que la densidad del momento fue por la mala leche del tipo que irrumpió en una charla alegre no para prevenirnos, ni para aportar nada sino amargura. Fue realmente desagradable, porque no dijo más nada y se quedó con una sonrisa satisfecha, como si hubiera ganado un partido de algo.
Pero no me quedo hablando de él. Ahora hablo de mí. Hace dos meses, yo hubiera quedado enganchada de su comentario. Hubiera quedado rabiosa y desmoralizada de suponer que nunca iba a poder relajarme con esto (como este hombre), que en veinte años estaría ahí repitiendole esas palabras a alguien. O me hubiera ensañado con el pobre tipo, y me hubiera venido corriendo a llorar a este campito. Pero no. Le separé la piel al pollo, y seguí escuchando a los otros que siguieron hablando de otras cosas. Lo que sentí es que seguramente voy a tener que estar en guardia por mucho tiempo, sobre todo con mis momentos de placer, no de estrés. Pero también conciente de que hay maneras y maneras de estar alerta, y con la atención puesta en que el cómo hacerlo es una elección. Puedo dejarme arrastrar por la amargura o el desasiego y dejar que dure mucho el instante de alarma, o puedo tomarlo con calma, levar el puente y seguir con lo mío.
He pensado bastante este fin de semana en qué clase de ex fumadora quiero ser. Y no quiero ser una amarga como este hombre. Ni quiero estar perseguida con estar perseguida. Y no quiero ser destructiva con los que lo intentan, mechando este tipo de comentarios. Me quedo con algunos gestos de un amigo mayor, que dejó hace muchos años, y siempre es muy cuidadoso con los ex fumadores. El fue quien me dijo y me tranquilizó cuando yo cumplía los cuatro meses: "no creas ahora que nunca fumaste". Y me habló de los chequeos médicos por el daño ya hecho, del riesgo de olvidarse del esfuerzo y tirarlo todo al carajo por distraído, pero también sobre esto de ser cuidadoso con los que todavía fuman o están intentado dejarlo. Yo sé que él a veces camina detrás de fumadores por la calle. Y se que muchas veces cuando yo fumaba, el olía de mi humo. Es decir, se que en todos estos años no ha dejado de gustar del cigarrillo, y que se dice "un fumador que no fuma". Pero también se que lo vive con mucha calma para él y para los demás alrededor.
Esa es la clase de ex fumadora que quiero ser. Y si en 20 años soy capaz de ser tan gratuitamente odiosa con alguien que lo está intentando, te aviso Lanya, para que me agarres a chancletazos. Porque no fumar es lo central, pero hay muchos otros aspectos que cuidar con respecto al no fumar. Creo que pulir también esos aspectos es lo que nos hace vivir en paz con esto, sin el rictus de la abstinencia, y sin resentimientos por no fumar. Digo que sin olvidar, pero también sin estar malamente pendientes de ello.
Para mí ha sido muy importante descubrir esta línea para pensarme. Ya se que nunca voy a volver a fumar. Y trabajo eso. Ahora también quiero saber qué clase de ex fumadora voy a ser.

Berto dijo...

Muchas gracias a Rosaventero por su comentario esperanzador y por haberse decidido materializarse para que lo veamos. Supongo que hay otra gente que nos lee pero como no suelen dejar comentarios uno tiende a pensar que estamos solos en el planeta.
Me parece muy interesante lo que contaba Gabriela del exfumador amargo. Qué feo. Imagino que eso no sólo le pasará con el tabaco, supongo que será así de gris y tortuoso con todo en la vida, cuando se compró su casa pensó que estaría tiranizado por el banco hasta que se muriera, cuando se casó que la libertad se había terminado... Si la realidad genera muchos sentimientos subjetivos y nosotros podemos decantarnos por unos o por otros. Pero desde luego en un caso de amargura eterna como la suya vale más fumar y si tienes suerte morirte mejor pronto que tarde.
Yo tengo muy claro que dejar de fumar me va a hacer más feliz que desgraciado y si algún día pienso lo contrario fumaré hasta reventar. Por ahora no fumar me trae muchas satisfacciones y algunas incomodidades, pero mi pareja también, mi trabajo, mi familia...
Algunos días uno tiene la moral un poco más baja y está más sensible a eso de que en un paso de peatones el olor de un cigarro te resulte agradable, esos días también la lluvia me recuerda a mi Asturias patria querida y la señora del pelo gris a mi querida abuela que ha muerto. Hay dias bajos pero yo no soy desgraciado por haberme ido de mi tierra ni porque mi abuela ya no esté entre nosotros. Todas estas cosas y fumar también me hacen ser como soy y tengo que reconocer que luchar contra mis adicciones me ha ayudado a entender a mucha gente. Y eso me gusta. No sé si volviera a nacer si decidiría ser fumador para dejarlo y llegar a este mismo punto pero tampoco sé si mi madre volviera a quedarse embarazada no decidiera abortarme.
Tenemos lo que tenemos y hay que recordar que dejamos de fumar para evitar problemas no para que se nos recomponga el virgo nicotínico.
¿Estaba rica la cena Gabriela?

La Taberna Fantasma dijo...

Me váis a matar, pero yo me veo en el futuro como una ex-fumadora tolerante que no va dando el coñazo a los demás para que dejen de fumar ni haciendo propaganda antitabaco. Me veo apoyando a quien decide dejarlo de forma consciente y voluntaria. En mi casa podrá fumar quien lo desee e incluso tirarse pedos si fuera imprescindible para la supervivencia. A mí nunca me han gustado los conversos, en ningún plano, porque sienten que deben demostrar/se algo y se vuelven más papistas que el papa y se olvidan de quiénes fueron y de dónde vinieron, y se vuelven fundamentalistas de su nuevo credo y carecen de comprensión hacia el que no ha "visto la luz". Y yo vengo de la incomprensión y del desprecio hacia mi adicción y del "en esta casa no se fuma, es que no puedes aguantarte?" Pues no, yo no podía aguantarme, así que no volví por allí.

El tipo que pretendió aguarte la fiesta, Gabi, no es que esté amargado por desear fumar y no poder. Es que ES un amargado. Punto. Y cada uno respira, come, se ducha, deja de fumar y hace la compra tal y como es. No sólo hay que pensar qué clase de ex-fumadores queremos ser, sino qué clase de ser humano y de ahí se deriva todo. Pensemos también de qué clase de ex-fumadores y seres humanos queremos aprender algo, y yo paso de aprender nada de ese que relatas. Prefiero tomar ejemplo de mi compi A., que siempre va con la moral a toda vela infundiendo energía y apoyando al prójimo. Tú, Gabi, nunca serás una amargada, porque yo te veo separando la piel del pollo en una perfecta actitud zen mientras practicas la técnica de "habla chucho que no te escucho" con este tipo. Serás una ex-fumadora, pacífica, tolerante, flaca y con buen cutis.

Por cierto, no tiene que ver con esto (o sí?) pero es bonito. En estos días tres personas que jamás habían pensado en dejar de fumar me han dicho que se lo están pensando. No ahora mismo, porque no se sienten preparados, pero ya están contemplando la posibilidad a medio plazo. Me gustaría pensar que he tenido algo que ver en ello! Y eso que no he hecho proselitismo y me han visto pasarlas canutas!

Otra cosilla importante, sobre eso del vino, que a mí me gusta mucho. La semana pasada fui a una cata y fue la primera vez en mi vida que distinguí claramente los olores de las flores, la fruta, las maderas... Metía la nariz en la copa y distinguía los aromas del melón y de la hierba cortada, luego olí plátano y piña, y grosellas maduras, moras, mantequilla, y roble, claro (ese Ribera), y café y pimienta... Fue una experiencia extremadamente sensual y placentera que nunca pude experimentar cuando fumaba. Ahora siento como entra el aire con todos sus aromas y me llena las fosas nasales, los bronquios, el abdomen... Desde ese día voy oliéndolo todo y recordando evocaciones de infancia para entrenar el olfato, y me sorprendo de olores de los que nunca me había percatado, y no es necesario acudir al vino para sensacionar algo así. Este mediodía he comido sashimi y he olido todos y cada uno de los pescados, salmón, atún, caballa e incluso pulpo, cada uno con sus particulares y sutiles olores. He vuelto a oler el cloro del papel nuevo de los cuadernos sin estrenar, y la tinta amarga de los bolígrafos y el grafito de los lápices. Y un bolso de lana en el que se aprecia aún cierto olor animal y una barra de chocolate que anda por casa (snif) que huele a mis cinco años. En fin, que después de mucho tiempo en el que se me olvidaban las ventajas que he conseguido al dejar de fumar tengo de nuevo un período de apreciación y valoración de mi esfuerzo y mi resultado. Hoy he estado con dos ex-fumadores pata negra (23 añitos, nada más) que me han dicho que van a pasarse por aquí a contarnos cosas. A ver si es verdad. Besos!

Berto dijo...

Qué imagen impagable. Mi amiga Latifah olisqueandolo todo como hace mi perra. ¿Qué haces cuando te encuentras a un desconocido por la calle? ¿dónde le hueles?

Anónimo dijo...

¡Pues apútante al Burdeos!, pero abriendo la admiración comodiosmanda. Que sois todos unos afrancesados.

La Taberna Fantasma dijo...

Jeje, Berto, a ti te lo voy a contar... (...)

Anónimo dijo...

A situaciones como la que comentas, Gabriela, no sólo sobre fumadores, sino sobre muchas situaciones de la vida en que alguien intenta subirse al carro de la valentía sufridora, mi comentario suele ser el siguiente, acompañado de una cara de bobo incompetente: ¡Pues qué horror! ¿Nooooo? De inmediato el invencible sufridor intenta suavizar su comentario con explicaciones de que su sufrimiento sólo ocurre en contadas ocasiones. Ahí le estoy esperando y le añado: ¡Ah bueeeeeeeno...ya decía yo...! Y si su estulticia se lo merece, le suelto el estrambote final: Entonces por poco que te lo propusieses seguro que te olvidabas de esas tonterías y podrías ser completamente feliz.
Cuando el sujeto inicia un discurso sobre la inexistencia de la felicidad (lo tienen preparado siemrpe), es el momento de decir que tienes que marchar sin falta porque te has dejado la luz de la nevera encendida o porque estás de parto.

Anónimo dijo...

Al margen de todo lo que concienzudamente escribe, Berto, questás que no pareces tú, hay un comentario que varias veces he querido sacarlo a colación.
El humo del tabaco de cigarro quemado a mi me huele bien, y creo que es con independencia de que sea fumardor o no.

Me huelen también bien la gasolina, el humo de las cerillas y, por supuesto, Givenchy. El problema está en las asociaciones que hago con los olores. La del tabaco es evidente y por ello peligrosa, pero creo que nunca echaré ascos a su olor.

Anónimo dijo...

Lastafa, eso no era vino, era una sangría petada donde habían derramado un especiero.

Gabriela dijo...

Es verdad.Todo.
Es verdad Tabernus que no voy a ser una amarga de esas que describe Berto, ni aunque siga a bifecito y lechuga toda la vida.
No veo las horas de toparme con otro ejemplar de estos para poner en práctica las frase de Auriga.
´Jaj. Beso.

Anónimo dijo...

Al próximo que me diga que la vida es una mierda le voy a decir que sí y que especialmente la suya. Jajaja! Saludos

Lanya dijo...

Gabriela, es que el porcentaje de cretinos se mantiene más o menos constante sea cual sea el grupo de gente analizada, fumadores, no fumadores, exfumadores... altos, bajos, morenos, rubios.....

Ayer a ultimísima hora de la mañana escribí rápidamente un comentario pero con las prisas no debí darle a publicar correctamente... si es que voy volada ultimamente, esto no es vida ¡jo!

Tabi, a ti te daba la razón -los elementos están en contra de que te de la razón jejeje- Yo también quiero ser una exfumadora tolerante, y por el momento lo soy ¡hasta permito fumar en mi coche! Es más, me joroba bastante el que se trate a los fumadores como deshechos que merecen ser linchados en acto público... puede parecer una exageración, pero hay gente que los trata así, o peor aun (apliquese el teorema del porcentaje de cretinos).

Fénix, a ti te echaba la bronca, sin chancletazos pero bronca sonora ;) ¡¡¡Mira que decir que todo el Ribera sabe igual!!!
Y no, ese comentario en plan limosna de "El Ribera aún se distingue pero camino lleva..." no lo arregla en absoluto
Ya quisieran no pocos que eso fuera ierto, que cualquier Ribera supiera parecido a un Vegasicilia, o a un Protos... o a un Emilio Moro sin ir más lejos, que tampoco hace falta arruinarse para poder disfrutar de un excelente Ribera.
Lo siento, pero me has tocado la patria chica jejeje.

En cuanto al tema que planteé sobre poder vivir sin alarmas o tener siempre una alarma encendida.... nada, que está visto que me explico fatal. Sólo aclarar una cosa, no vivo obsesionada con si podré o no apagar las alarmas, como no vivo obsesionada con que me toque una primitiva de éstas de millones de euros, aunque me gustaría casi tanto como poder vivir sin alarmas... o más.... más, seguro que más.

Anónimo dijo...

Pues yo el otro día salí por ahí por sitios llenitos de humo. Acabé con los ojos escocidos y al día siguiente la camisa y el jersey eran un deshecho público que merecía ser linchado.

Entiendo que para una persona que no haya fumado en su vida toda la pestimenta esa le resulte en este mundo del desodorante francamente desagradable.

Agradezco por ello a muchas personas que me han soportado, y por ello me siento en el compromiso de ser tolerante; pero si alguien no lo es, lo comprendo ahora mucho mejor que antes.

Anónimo dijo...

Pues no será una obsesión, Lanya, pero tu frase: "(...) porque de lo contrario dudo que pasara de esta mañana sin comprarme una cajetilla y volver a fumar". dejaba bien claro que sí.

Berto dijo...

Yo también dejo fumar en mi coche y en mi casa, la gente que está tan cerca son íntimos amigos y sé que no tendrían problema en no hacerlo si yo se lo pidiera. Pero yo prefiero que se sientan cómodos y que vean que dejar de fumar no es una tragedia que te hace sufrir.Cuando hablo de ello procuro hacerlo con naturalidad y comentando lo bien que me encuentro y qué en realidad es menos molesto de lo que yo pensaba.
Cuando yo fumaba agradecía esa actitud y es posible que me haya decidido a dejar el tabaco porque he tenido gente así cerca.

Berto dijo...

¿Féniiiiiiiiiiiixxxxx? ¿Cómo vas?

Anónimo dijo...

No he fumado, gracias por preguntar, pero estoy algo desesperado y aún no he hecho clic, aún lo veo como una renuncia y un sacrificio. Ya sé que no debe ser así pero supongo que esa perspectiva vendrá más adelante. Tengo ratos mejores y ratos en que me cuesta no darle un puñetazo a la pared... Hoy estoy algo alterado, perdonad que no entre en detalles. Para resumir, vuelvo a estar soltero. Es que mi fuerte es el sentido de la oportunidad, no sé si os lo había comentado.

Anónimo dijo...

Hombre, Fénix, te diría lo de siempre. Si fumar arregla la situación, fuma.

Posiblemente no es que que hayas dejado de fumar en un momento inoportuno, sino que al dejar de fumar, situaciones que en otra ocasión hubieras soslayado, tu estado de ánimo ha cortado ahora por lo sano.

Como hecho no es ni bueno ni malo, y las consecuencias que puede traer no sabemos cómo serán. Pero puede que a la larga sean para ti beneficiosas. Fumar o no fumar es posible que las modificase, puesto que también podría cambiar tu estado de ánimo; pero nunca sabrás si para bien o para mal. Y si fumas, lo que sí sabrás seguro es que has recaído.

La decisión está en tus manos.

PS. Júrame que no utilizarás la resabida excusa: bueno, vuelvo a fumar ahora para bajar la tensión y luego cuando todo esté más tranquilo lo reanudo. Júrame que no utilizarás esa excusa, ¡aunque sea mentira!

Berto dijo...

Vaya hombre, ahora se nos rompe el romance, justo cuando estamos dejando de fumar. ¿o será que se nos rompe justo porque estamos dejando de fumar?
Yo soy un firme creyente en que el divorcio siempre es beneficioso a la larga si es que no lo parece a la corta. En cualquier caso está cientificamente demostrado por presitigiosos investigadores de Dos Hermanas (Sevilla) que fumar no soluciona los problemas de pareja, ni los de soledad, ni siquiera los sexuales. Lo que creo que no dicen estos sabios en su estudio que si uno supera un mal rato, que a priori parece dificil de superar sin volver a la adicción, las posibilidades de éxito son mayores.
Si no fumas ahora pasarás mal momento peeeeero en la siguiente dirás si no fumé en la anterior en esta no voy a ser tan gilipollas de ir a caer, pa eso hubiera vuelto el primer día.
Aguanta y escribe aquí. Ahora es el momento de subir a un monte y pegar un grito infernal. Entre que subes, gritas, te ries y bajas se te pasan las ganas.
prometenos lo que te dice Auriga, andaaaaa no te hagas de rogar.

Berto dijo...

Ah, y olvidate de escuchar ningún click en tu cabeza hasta que no dejes de martirizarte. Por cierto tu mono físico creo que ya ha terminado hace unos días. No era tan terrible. Y el que viene ahora tampoco, ya verás que gusto da tomar café cuando ya no necesitas el pitillo. A mi me parecía imposible que eso pasara en tan poco tiempo.
VEnga, anímate y dinos en qué momentos lo necesitas más y en que situaciones se te olvida.

Gabriela dijo...

Fénix, espero que te alivies del malestar sin fumar.
No arriesgaría acerca de qué fue primero, si el huevo o la gallina. Lo que sí es seguro que no es casualidad que coincidan semejantes intensidades. A veces uno cambia algunos accesorios, otras veces alguna que otra escama, y otras, directamente muda de piel, y es así, todo junto, fuerte, y hasta sacrificado. Ojalá puedas atravesarlo así, como un desafío completito.
Por las dudas, agregá estos nuevos asuntos a tu PM ¿Ya te armaste el plan de contingencia? ¿Y qué esperamos?
Que no decaiga, amigo. Que no decaiga. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Me suena que ya el primer día avisaste que esto te iba a ocurrir...”A cierta persona le he dejado claro que como me dé un mínimo quebradero de cabeza en este trance la desaparezco de mi vida sin más dilación (seguramente lo haga de todas maneras)" No sé si me equivoco. No obstante, ahí parece que dejaste una puerta abierta para la justificación posterior. Puerta por la que se nos está colando el gato.

De todas formas, intranquilo amigo, por mucho nervios y tristezas que tengas, hay una parte de tu cerebrito que está celebrando una fiesta: ¡ha encontrado motivos para fumar!

Todos los recuerdos, nostalgias e inseguridades en el futuro que ahora te vengan únicamente van a servirte para que tu adicción te lleve a fumar.

Una persona que no fuma podrá en una situación así perder el tiempo deshojando margaritas; nosotros, no. Utiliza el sistema de subir al monte que dice Berto; aunque yo, insisto, considero más práctico el buceo. Cualquier cosa vale, y cuanto más notes que estás haciendo el gilipollas para evitar fumar, mejor.

Anónimo dijo...

Ah, y en cuanto a lo de la renuncia y el sacrificio, también tiene su tratamiento.

Cuando llegues al monte de Berto (con el buceo es más complicado), te pones a describir una por una todas aquellas cosas a las que has renunciado y cada uno de los sacrificios que estás haciendo. Sin olvidarte ninguno, por muy irreales, ilegales u obscenos que sean.

Lo apuntas todo bien apuntadito bien apuntadito, y cuando bajes del monte los relees y medita. Si, con sinceridad, por alguno de ellos te merece la pena fumar, puesto que sin fumar no lo conseguirías: fuma.

La Taberna Fantasma dijo...

Esto ya me lo olía yo, neno, ya me lo olía. Supongo que la decisión ha partido de ti y si la has tomado por algo será, así que no cabe sino celebrarla. Yo soy partidaria de celebrar las separaciones igual o mejor que las bodas. Además, sabiendo como sé lo mal que anda el mercao, no me cabe sino congratularme por su mejora y predecir que se avecinan ostias en la cola del pescao por ver quién da la vez. En fin, lo importante es no utilizarlo como excusa, que es mala sombra, sí, pero si fumas tendrás dos movidas en vez de una. Y como dice Auri, si fumas que sea porque has decidido hacerlo (porque te convence como actividad de ocio y modo de emplear tus recursos de tiempo, dinero y salud), no porque te pongas ninguna excusa. Luego entro otro poco, que ahora tengo tela que cortar...

Gabriela dijo...

Si después de nadar hasta la isla, salirte del agua y correr hasta el pie del monte para luego escalarlo, escalarlo y escribirlas tales razones en piedra como Moisés, y finalmente hacer el recorrido a la inversa pero con las tablas de tus mandamientos en la espalda te quedan ganas de pensar en tu separación y de fumar, la verdad es que yo digo que fumes. Aunque no recuerdo triatlonistas fumando, ahora que pienso.
Fénix, escribite unas linitas. Contanos cómo andás de la irritabilidad, o sobre lo que sea que te pase. Yo no me apuraría tanto a celebrar, porque uno extraña y se duele, y pierde de vista que la decisión que se ha tomado es lo que hay (nos reservamos el derecho a pensar que tal vez es un error, o es temporario y pasará, también) y es válido andar dolido o triste, o enojado cuando uno ha fracasado en algo. ¡Y en algo tan vital! Lo que yo pienso ahora -que no estoy fumando desde hace más de 4 meses y claro que me pasan "cosas"- es que nada de eso mejora si uno fuma, es cierto. Pero más pienso en que nada tiene que ver una cosa con la otra. A ver si de andar con una infección, ibas a dejar de tomar antibióticos porque te peleaste con tu madre. No.
Lo que quería decir es que yo soy pro separatista, como me dicen mis vecinas. porque sostener las relaciones jodidas es muy malo para la salud. Pero tampoco es que uno se separa y anda al día siguiente saltando en una pata. Y menos mal. A no negar, que tampoco es bueno.
Lo digo porque si no tomás como natural y lógico estar medio para atrás por la separación, vas a sobrecargarla de significados, e incluso hay riesgo de que se vaya todo a la misma canasta: La ira de la abstinencia, la nostalgia del amor, el nerviosismo por la caída de las bolsas en occidente, y la muerte de Dorrego. Y con todo en la misma canasta, es de cajón que te van a dar ganas de fumar o bien porque tu adicción fabricó la excusa, o casi como un acto de eutanasia lenta.
Creo que escribí muy confuso. Empeoro con el tiempo. Necesito aquel taller, Lataberna, de síntesis. Pero ya no de escritura sino de pensamientos.
Me voy a trabajar ¡que llego tarde!
Y esper tener noticias tuyas cuando vuelva, Fénix.

Anónimo dijo...

He roto con una relación que estaba comenzando pero que nunca me convenció plenamente. Siempre he sido honesto con ella y no le hice promesas. En cambio sí que atendí muchas de sus demandas y también le hice algunas, como que me facilitase la vida o al menos que no me la complicase en este proceso. Sí, es para mejor, si no no lo habría decidido, pero hubiera preferido abordar este asunto de una forma menos abrupta una vez superada mi ansiedad inicial, etcétera, etcétera, para que nos quedase al menos un buen sabor de boca que ahora no garantizo. Me permito echarla de menos, sí, pero es que antes la echaba mucho de más y lo recuerdo bien. Hacía tiempo que venía notando que estaba mejor solo pero aún así la ruptura moviliza muchas emociones y me pide tabaco a gritos. Sigo con mi Tachín y mi Chimpún y no he fumado nadita nada. Los amigos me llaman para animarme y salir y yo me resisto, que no quiero beber todavía, que los bares los carga el diablo. Gracias por servirme de muro de contención, aguantáis más que las paredes...

Anónimo dijo...

A ver Fénix, contigo me tengo que persignar todos los días.
Si es que te veo y me veo engañándome yo solito.
Empecemos
La primera en la frente.
“la ruptura moviliza muchas emociones y me pide tabaco a gritos” Quesque noooo. Lo que me pide tabaco a gritos es mi adicción. Las rupturas, pobrecitas ellas, no fuman.

Las otras dos son más sutiles.
“Siempre he sido honesto con ella y no le hice promesas” Eso en el diario adolescente, cuela; pero a tu edad –a la mía ni te cuento- es una manifestación de lo egoistones que somos. Que no me digo yo que esté mal, que al final cada palo debe de aguantar su vela; pero cuidado que aquí te puede servir para arrebatar la palma del martirio a Santa Tecla y decir: “con lo bueno que yo soy y no soy correspondido ni una mijita si quiera”, y ya sabemos que los mártires acaban todos fumando para consolarse.

Y la tercera en el pecho...
Ufff... “Hacía tiempo que venía notando que estaba mejor solo pero aún así la ruptura moviliza muchas emociones” Las rupturas lo que me han hecho siempre es dejarme más solo que la una y eso me deja con el culo al aire. Porque yo siempre he sabido estar solo, hasta que de verdad estoy solo, que es cuando no sé estar solo, y para no deprimirme busco no estar solo, pero estando solo, y me lío y al final me deprimo y de la depresión al fumeque un pasito corto.

Y cuidado con los amigos íntimos. En estas ocasiones, sólo me fio de aquellos que como Mafalda te piden que esperes un momento, y al cabo vienen con una silla y una botella de agua y te dicen: "empieza"

CLJ dijo...

Fénix, siento lo de tu ruptura, pero, esto es momentaneo, es hasta que encuentres a la persona adecuada para estar a tu lado. Además por lo que leo tu ya sabías que no lo era, con lo cual, tendrás que pasar esos ratos en los que te sientes solo (aunque ya sabes, aqui estamos nosotros para lo que quieras).
No decaigas y sigue diciendo HOY NO FUMO, ok? que yo voy siguiendo tu ejemplo compi.

UN BESITO ENORME.

Anónimo dijo...

Ay que me da, cómo eres Auriga. Gracias CLJ. Todo esto era una manera que intentaba ser elegante pero no lo ha conseguido de decir que para mí esta no era una relación muy trascendente aunque la otra parte no lo viviera de la misma forma. Cuando lo traduzco al lenguaje verbal me sale de forma mucho menos dramática y de diario de colegio pero a ver, dadas las circunstancias, no me parece (no me estoy explicando en absoluto, pero sé que alguno me está entendiendo, o no?)
De todas formas, no pienso fumar, no pienso fumar, no pienso fumar. Me voy a dar a los pistachos turcos que son bien gordos.

Anónimo dijo...

Por lo que veo, Fénix, las féminas de la localidad están encantadas con tu ruptura. Tienes que repetirlo a menudo. La comparación con una merluza que hace la Taberna Psicosomática no parece de lo mejor por mucho que sea del Cantábrico. Pero en fin...
Ya sabes que esta situación es momentánea, que tú te pones en la cola del pescao y se te rifan. Y en un pispás tienes a cuatro o cinco deseando llevársete para casa.
Ten dispuestas por ello las frasecitas de rigor tan útiles para después del banquete: “no estoy en el momento adecuado”, “no quiero hacerte daño” “en estos momentos necesito espacio en mi vida” “no me siento en estas circunstancias preparado para una relación”.
Todas ellas sustitutivas del “fue bonito mientras duró” de un veracidad excesivamente cínica.

Leo ahora tu último comentario y deduzco que el asunto no era más que un asuntillo que no daba ni para fumarse un caldo de gallina. Pero tú lo soltaste a ver si colaba.

Pos no coló. O sea, que a darle al pistacho turco.

La Taberna Fantasma dijo...

Me pido primer...!! (Ah, no, si yo no puedo...) Snif

Berto dijo...

Mira a Fénix qué exitoso anda. Va a ser verdad lo de que el mercado de la carne anda fatal.
A mi me parece muy bien que cuentes que te divorcias sin grandes complicaciones. Yo un día conté que me hizo mucha ilusión que el farmaceutico me dijo dos palabras y me dió una palmadita en el hombro.
Me gustó mucho el comentario de Gabi, el de que uno no deja los antibióticos por discutir con su madre.
Una última matización a Auriga, según lo que he vivido yo, las rupturas lo que movilizan son muchos muebles.

Gabriela dijo...

¿Verdad Berto que sí? Muebles y muchos recursos de toda índole se movilizan.
Auriga, ¿cómo es que te olvidaste del multiuso y tan funcional "El problema no sos vos, soy yo".?

La Taberna Fantasma dijo...

Pues a mí también me gustaría pasar por estos trances con tanto garbo y señorío, que parece que ni se ha despeinao el tío. No sé qué fórmula habrá usado, pero me gustan todas las vuestras, especialmente la de Gabi. Y luego está el bolero... "Y en nombre de este amor y por tu bien te digo adióoooooos..." (dramón lacrimógeno de los gordos, eso sí)

Y no tiene nada que ver con esto, pero hace un par de días que me duele la cabeza en un punto muy concreto del hemisferio izquierdo. ¿Quiere decir que me apetece fumar o que me voy a morir? Disquisiciones mías.

En fin, es tarde. Pero mañana os contaré la última visita del mono. Y hay quien cree que se puede bajar la guardia. Como le he dicho hoy a una amiga, venir viene de vez en cuando, pero es que lo veo venir, lo veo de lejos...

Anónimo dijo...

Hombre, claro, es que cuando ves venir un mono, Deflayinín lo normal es que se te quiten las ganas de fumar y de más cosas. Distinto sería ver venir uno muy mono muy mono, que entonces ya te dará más el nelvio y ahí sí que peligran las abstinencias de todo tipo...

Me quedo pensando en la historia de Fénix y veo que mi adicción podría sacar la conclusión siguiente: "¿Ves?, para lo único que me ha servido dejar de fumar es para quedarme solo..."
Por supuesto, la conclusión contraría, quizá más realista, es que me ha servido para quitar lastre; pero como eso no me permite fumar, la tentación irá más por el otro lado.

Esta idea se trasluce en el epílogo que escribió Fénix "Es que mi fuerte es el sentido de la oportunidad(...)" Muy sardónico si queremos, pero que creo que deriva hacia la primera de las conclusiones.

Anónimo dijo...

Pues sí, Berto, la experiencia de mis años de experiencia para una de las pocas cosas que me ha servido es para saber que un trasto vale su precio más lo que cuesta moverlo por lo menos tres veces.

El minimalismo, por tanto, aunque sea de diseño, sale a la larga baratísimo y simplifica el reparto del patrimonio de gananciales.

Anónimo dijo...

Pongo a Dios por testigo que mis tonterías las publico en exclusiva.

Anónimo dijo...

Anda, ahora me han quitado el comentario duplicado.

La Taberna Fantasma dijo...

Pues la última del mono viene que ni pintada con esto que dices, Auri, porque ayer iba yo en el bus algo tristona, que llevo un par de días de bajoncete depresivo, e iba pensando algo así como joroba, que no se me acaba de pasar la depre, que no me quito las lorzas ni patrás, questoyaburría de este estado y necesito pasar al siguiente, a ocuparme e ilusionarme por otras cosas...
(Ahí se me activó la alarma pero seguí elucubrando bajo mi atenta mirada) Si llego a saber que dejar de fumar me iba a costar todo esto y que después de casi un año aún no he conseguido reconducirlo... (ahí me paré)

Aquí estaba el hijo de su madre, esperando agazapado y frotándose las manos...! Tú mucho click que ya verás.

Qué mosqueo, niñ@s, es que ni un poquito de sana tristeza me puedo permitir... Me acordé de Gabi quitándole la piel al pollo, inmune a los capullos y a la autocompasión. Qué crack de mujer.

Me quedó el consuelo de haber oído al menos sus peludos pasos con pulgar opositor, que es muy listo, caminar tras de mí antes de verlo. Será el entrenamiento. Auri, algo voy aprendiendo... jejeje...

Berto dijo...

Qué cosa tenéis todos con los primates, con lo lindos que son los monos, los orangutanes, los chimpancés.
A mí, particularmente vuestras narraciones me aterrorizan. Yo si voy en un autobús de noche pensando en mis cosas y veo un enorme mono oscuro mirándome y frotándose las manos me muero del infarto. O eso que contáis que estáis en vuestras casas tranquilamente sentados en el sofá y de repente os encontráis con que detrás de vosotros hay un gigantesco mono peludo con los ojos fijos en vosotros... Es que se me ponen los pelos de punta. Me estáis dando tanto miedo que creo que voy a fumar para no encontrarme nunca con algo así.

La Taberna Fantasma dijo...

Pero quién te dijo que era de noche...? A mí antes se me aparecían orangutanes tipo King Kong o tipo gorila plateado aquel de Diane Fossey, pero últimamente sólo veo chimpancés como Chita o titíes de esos juguetones. Quizá son los mismos desde el principio y antes me parecían más grandes o quizá la adicción me manda a los peques para que me confíe, vete a saber. Que sí, que ya sé que todos ellos son/soy yo, pero me sigue resultando útil despersonalizarlo un poco, objetivarlo y quitarle dramatismo al tema, que no es lo mismo vivir en permanente y dramática lucha conmigo misma que darle una patada al mono cuando se acerca mucho. El mono a fin de cuentas es de goma, como de todos es sabido.

Anónimo dijo...

Pues sí, Auriga, el planteamiento que me hice es que en este momento daba absoluta prioridad a dejar el tabaco. Creo que en estos momentos críticos es cuando puedes ver quién está realmente de tu parte y quién está de parte de su propia falta de luces. Quien esté en el segundo grupo puede convertirse en lastre fácilmente. Si os parezco frío, disculpad, sólo sobrevivo. Y se me da muy bien aunque sea inmodestia. Y además cuando estoy enfadado me deshinibo y paso de algunas falsas empatías, así que cada palo con su vela.
Recuerdo esa canción de "veneno que tú tomaras, veneno tomaba yo..." Pues en este caso no, no era para tanto. Ni siquiera como para hacerme fumar, y eso que esto está lleno de orangutanes como porteros de discoteca que me siguen a todas partes. Cuándo dices, Tabi, que vienen los chimpancés? Porque yo estoy agotadito ya, mental y físicamente.

Anónimo dijo...

Que no es Tabi, Fénix, que ahora su nombre completo es Guandesen Goumarchinín o algo así muy en inglés; pero los amigos la llaman la Marchinín, como la Madelón pero a ritmo de bolero.
Tú me acostumbrasteeee... a todas esas coooosaaaaa... que son maravillosaaaaa...

Gabriela dijo...

Y ese de "arráaaaancamé la vida de un tirónnnnnnn, que el corazóoooon ya te lohé dádooooo" ¿la conocen? Yo cuando era más joven, me separaba así, en ese estilo. Ahora cambié un poco de género, es más minimalista, para que resulte práctico como con los muebles, digamos. Pero no siempre me sale. y mucho menos como a Fénix, obvio.
Bueno, por partes:
Berto, yo como vos con el tema de los gorilas y los monos. Me asustaría igual y además aunque fuese un monito de peluche. Creo que ellos están tomando del yuyo aquel que nos trajo tantos problemas de vecindario, y "ven" "cosas". Pero ta que si a ellos les ayuda a no fumar, será que está bien.
Segundo y tercero: Tabi ¿por qué andás pum para abajo? ¿por qué por tantos días? ¿chateamos? Tabi, con nombre cambiado al sajón y todo, te me vas ya mismo al médico a ver lo del dolorcito en el cerebelo. Que mirá si nos quedamos sin administradora ¿qué hacemos? No jorobes, nena, que yo soy una madre arggggentina y me quedo preocupada y nada de crack, ni crack, no puedo ni sacarle la piel al pollo.
Auriga: Ahora sigo trabajando y después trato de proponer unas anticipaciones. Prometo intentar algo más sutil que el revolcón o el helado, pero no se si llegaré a algo tan glamoroso como bucear.

La Taberna Fantasma dijo...

Que no he cambiado el nombre al sajón, que el original es así, que lo de antes era una traducción libre. Es que Auri se puso purista y yo soy muy obediente. Pues ha ido creciendo el dolorcillo ese y este mediodía me agarraba toda la cabezota. Después de endrogarme un poco parece que medio se me ha pasao, pero luego el veterinario me ha soplao un pastón porque mi gato Olivio ha venido a casa con una pata mordida y parece que me ha vuelto el dolor. Entre este y su hermana me salen más caros que los hijos tontos. No os preocupéis que si me da un chungo Berto tiene la contraseña del blog, jejejej...

Y yo qué sé, Gabi, por qué estoy tontona, por todo un poco y por nada de particular. Y es que ya no tengo excusa, que llevo mucho andao como pa esto. Hoy ponen en la tele una de mis pelis favoritas y no me veo con fuerzas para tanta lucidez... así que creo que voy a entregarme con fruición al New Age con helado de chocolate, jajajaj...

Anónimo dijo...

Vista la programación y suponiendo que no hablas de tele por cable (que no me pega mucho contigo) la cosa está entre Match Point y Lugares Comunes. Mi voto es para la segunda y no me extraña que no tengas cuerpo para verla si andas asín. Ya te cogeré por ahí y te diré dos cositas porque me da la impresión de que no te estás tratando bien últimamente. Vente conmigo a Chimpún-Tachín que nos vamos a quedar los dos suavecitos suavecitos y con el Chi bien fluido(esta para Auriga, jajaja...)

Por cierto, os felicito a todos por mis primeras dos semanas sin fumar. Supongo que lo habría conseguido igualmente sin vuestra ayuda, igual que las otras dos veces, pero con vosotros ha sido menos neurótico, menos dramático, más divertido...

Anónimo dijo...

Pues las otras veces no sé como habrá sido, Fénix, pero ésta ya nos hubieramos encargado de que sin nuestra ayuda hubiese sido imposible.

Gabriela dijo...

Fénix, si estos son los menos neuróticos¡Lo que habrán sido las otras, por dió! Bien por las dos semanas, seguimos por el mes.
Bueno, Tabi, a veces está bueno reducir los signos vitales a casi cero y regargar la batería para encararle a todo. Cuando quiero de eso, despacho a todos para afuera de la casa, dejo el tele en el canal que eté pasando la peli más boba o un programa de asuntos del corazón y me dejo dormir sin ningún remordimiento pensando en cosas hermosísimas que ya sucedieron o que quisiera que sucedan. Es una sensación muy cálida y relajada, que me hace acordar a cuando me dormía en las cenas de visitas en la falda de mis padres. Cuando uno duerme escuchando los chinchines de los cubiertos y los vasos, y las charlas y las voces mezcladas. Qué bonito.
Acá es tarde, las 10 de la noche ya, y recién salgo de dar clases. Es una noche de perros, mucha lluvia y frío: especial para taparse hasta la nariz y mirar alguna peli. Así que allá voy yo también, pero contenta y sin pistacho. Día de dieta 22 cumplido, 6 kilos. ¡No me voy a perder por un pistacho!
De todos modos, lo que quería decirte es que:
Además de cuidar a tus bichitos (¿habrá sido un servilletazo de Auri lo de la pata del gato?) vayas al médico de una vez, pequenha. ¡Que no nos vas a dejar en manos de este inconciente!

La Taberna Fantasma dijo...

Anda, si estaba aquí lo de los 6 kilos... Pues eso que quiero la dieta ya mismo, aunque ya sé que no ha sido la dieta sino tu tenacidad. La verdad es que si Auri le ha arreao a mi pobre Olivio yo no lo he visto, pero no me extrañaría nada, que se la tiene guardada desde aquella vez que lo pilló fumando. (Auri al gato, que no al revés, ya podéis dejar de gritar).