miércoles, 31 de diciembre de 2008

CICLOS

Hola a todos.
Ahora sí se viene una celebración con la que me siento bastante más cómoda que con la Navidad, no porque la Navidad me joda, sino porque el Año Nuevo me gusta. No es que me gusten los balances, ni los amontonamientos en los supermercados, ni los embotellamientos. Pero me gusta el Año Nuevo porque me gustan los ciclos. Los ciclos me gustan cuando empiezan, cuando terminan y cuando van por la mitad, también me gustan. Porque no sé ve ninguna de las dos orillas, y entonces hay que remar, nomás, sin tanto larái larái.
Sin dudas que este año que pasa será memorable para mí por muchas razones, como el temblor inesperado del capitalismo, por una crisis increíble e inexplicable que se sostuvo acá en la Argentina, por algo que me divirtió muchísimo que fueron los zapatazos para Bush. No me digan que no fue divertido. Y que ganara Obama, también.
En lo personal también ha sido un año plagado de pequeños hitos que un día serán las efemérides del 2008. El año en que volvió el Negro, el año en que nació Manuel, el año que pintamos la casa de azul, el año en que hicimos el primer Simposio, el año que etcétera, etcétera. Pero ustedes ya saben que para mí 2008 será para siempre jamás el año en que dejé de fumar. Y también saben con quiénes pude hacerlo y compartirlo. Al fin que ni Obama ni Bush se enteran, ni mi presidenta. Y si bien me han visto rabiar y engordar, la familia y los amigos no saben verdaderamente lo que ha sido dar la pelea a brazo partido, comerse las uñas, las falanges y después lo muñones pero no volver a tocar un cigarrillo. Ustedes son al fin los que saben que tenía miedo de tener miedo cuando me atacaron las primeras ansiedades, y son los que saben y no sólo saben, sino que estuvieron ahí, peleándola ustedes mismos también con garra y con mucho sentido del humor, con cariño, con fuerza, y con paciencia. Y con rigor.
La verdad es que ni me acuerdo de cómo fue que se me ocurrió no volver a fumar, pero me acuerdo perfectamente de cuánto me ayudaron ustedes en el camino. Los que venimos del orfanato, los que empezaron a llegar después, los que desaparecieron en el camino, todos. Y entonces es raro, porque no puedo ponerle cara a los nombres, y posiblemente nunca nos veremos o sí (si el Euro se me aquieta un poco, perdón, los visitaré, no se salvarán) pero son ustedes, unas personas de las que en abril ni sospechaba su existencia, las personas con las que he compartido la historia más fuerte de mi año, de muchos años.
Lo que queda entonces por delante es brindar con ustedes y agradecerles, de esta manera extraña que es la virtualidad, porque han sido mis más cercanos en mi más compleja – a veces buena, a veces horrible - conquista del año. Y han sido unos verdaderos y buenos amigos. Salud. Y por el 2009, claro. Gabriela

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por este precioso post. También te deseo un feliz año y por supuesto que espero compartirlo contigo, aunque si las cosas van bien, poco a poco nos necesitaremos menos.
Para mí, dejar de fumar también está siendo una experiencia impagable y en muy buena parte por haberla compartido con vosotros, por haber entendido mejor como son las reacciones de otras personas ante los mismos problemas y cómo hay gente que puede ayudar sin tener ni cara, ni voz y casi ni nombre.
Muchas gracias, Gabriela, por haber dejado de fumar y darnos la oportunidad de conocerte.

Gabriela dijo...

¡Berto! empezaba a creer que nadie veía mi post...Gracias por contestar, y gracias por tu compañía, de verdad. Es cierto que quizás en la medida en que vaya pasando el tiempo y tengamos título de ex fumadores, dejemos de necesitar encontrarnos por aquí pero ya encontraremos algún salón que otro donde compartir ¿no?.
Un abrazo enooooorme.

Anónimo dijo...

Si, definitivamente nos hemos quedado solos. Parece que hasta que hay eco
ecoooooooo
ecoecooooooo
ecoooooo ecoooo ecoooo ecoo
Quizá hasta ya no haya otros seres humanos en internet
ternet terneeet ternettt
Me voy a por el misal que me está entrando miedo
edooo edooo edooo

Gabriela dijo...

jaaa.
Berto, a mi me da miedo que no nos quieran, pero más miedo me da que anden por ahí fumando...
Y te tengo malas noticias: estoy desde enero 2 de vacaciones, y mañana me voy a la playa a Uruguay por unos 15 o 20 días. Estaré casi sin conectarme, pero me quedo tranquila porque se que Abelardo y sus amigas te van a acompañar.
A ver si alguien vuelve, o si regamos las plantas entre nosotros cada tanto. Dios mío, el polvo que se ha juntado en este piso...¡Y Tabi sin aparecer!
Eyyyyy...¡Ustedes!edes edes edes edes...TENES RAZON, ES EL ECOOOO ECO ECO ECO EC....

Anónimo dijo...

Pues que lo pases muy bien en la playa. Recuerda que un alto factor de protección solar ayuda a evitar el cancer de piel. No sea que con tanto esfuerzo por dejar de fumar y vayas a joderla por otra parte.
Yo me quedo aqui para ventilar un poco la casa y regar las plantas. Con esto tan vacío no sé si voy a alquilar un par de habitaciones o hacer una fiesta o qué se yo... rezar porque nuestros compañeros no hayan caído, o por que si lo han hecho vuelvan a nosotros...

Anónimo dijo...

Berto, jomío, estás con el patetismo subido. Pues lo siento, no, no he recaído, y eso que ganas he tenido; pero me grité a mi mismo a todo pulmón y con denodado ímpetu ¡¡RESISTE, RESISTE Y VENCERÁAAAS!!

No se me quitaron las ganas, por supeusto; pero al acudir veloz mi hermana a los gritos con un cubo de agua por si había que apagar algún incendio dio un trapiés, hizo un cuerpo a tierra en plan GEO y se le encajó el cubo en la cabeza: tuvimos que llevarla a urgencias... y ahí no dejan fumar.

Después, ya recuperada me dijo dos palabritas muy claritas, muy claritas sobre el asunto este mío de cómo llevar la abstinencia.

Anónimo dijo...

Bueno, lo importante es no fumar, si para eso tienes que llevar a un familiar a urgencias... además todo el mundo sabe que los fuegos se apagan con mantas y no con calderos de agua. La culpa fue de tu hermana. Yo a mi familia la he estresado un poco, con esto de las fiestas ya se sabe que hay una tendencia a comer de más y a hablar de más. Y yo como soy medio anoréxico pues me desquité en la otra dirección. Pero bueno, yo creo que está muy bien hacer partícipe a esa gente que ha insistido durante 20 años en el beneficio de dejar de fumar, no todo son aspectos positivos. Tantas veces me lo dijeron tantas veces lamentarán haberlo hecho.

Anónimo dijo...

Es que, Berto, eso de los aspectos positivísimos de dejar de fumar sirve para lo que sirve, que es para dejar de fumar.

Piensa, por ejemplo, que esta noche a las tres de la mañana cuando estés desvelado por el sueño, hayas dado dos mil vueltas en la cama y te levantes para sentarte con cara de cabreo en el salón con los pies helados. No necesitarás vestirte de cualquier manera, ponerte un abrigo viejo, coger las llaves del coche y salir por esos mundosdedios a buscar el inencontrable paquete de tabaco. No. Te podrás quedar completamente aburrido y sin sueño en el sofá diciendote: "y ahora qué coño hago". Y pensarás en las mil aventuras que podrías disfrutar en esa búsqueda descontrolada y sin fin de tu asqueroso cigarrillo...

Por eso te digo que los aspectos positivísimos de dejar de fumar sólo sirven para eso, para dejar de fumar, no para disfrutar de inimaginables aventuras que llenen nuestros vacíos...

Anónimo dijo...

Recuerdo perfectamente que fue mi primer marido quien me comunicó solemnemente que mis Reyes Magos no habían sido nunca mis Reyes Magos, sino únicamente mis padres. Este hecho ocurrió cuando el susodicho me encontró escribiendo mi primera carta a sus majestades después de casada. En un principio intentó eliminar tres o cuatro cosas hablándome sobre la moderación en aquellos años de crisis. Como no di mi brazo a torcer arguyendo que mis Reyes eran magos y que les traía al fresco las crisis, me espetó sin contemplaciones la amarga verdad.

Que los niños no venían de Paris ya me lo olí yo muy tempranito cuando mi gata preferida se puso como un barril de cerveza después de unas cuantas excursiones nocturnas diosabedonde; aunque, desde luego, jamás a Paris, de cuyo lugar no tenía conocimiento por muy persa que dijeran que era.

Como a la gata, los Reyes Magos de Oriente nunca le traían nada, jamás tuve dudas a ese respecto. Así que cuando fui informada de la verdad, cogí mis artes de escritura, llamé al chófer y le rogué que me llevase a la casa paterna en donde deposité la carta. Dirigida a sus majestades, eso como siempre, pero con un posit de fluorescente fucsia que matizaba: a la atención de papá.

Cuando papá se fue, me dejó con el trabajo de localizar personalmente a sus majestades para darles mi pedido, y ahí empezó mi calvario. Me decidí por fin a presentarme ante el rey Baltasar de la cabalgata que pasaba por el Paralelo. Baltasar siempre fue mi preferido no sé por qué, supongo que porque siempre estaba de mejor ver y este del Paralelo tenía un porte majestuoso que envolvía grandes promesas.

En un aparte, acabada la dichosa cabalgata, le confié la lista de presentes que esperaba para la próxima noche. Era una petición muy simple, no tenía más que llevarse a mi actual marido cuando se fuese de vuelta para Oriente y dejarlo en cualquier bazar de por allí y traerme uno nuevo con un poco más de gracia, que tampoco era mucho pedir.

Me acosté ilusionada al poco de dar la media noche y no había profundizado en el sueño cuando ante mi apareció el rey Baltasar desprovisto de sus galas de fiesta, pero provisto así a golpe de ojo de otras galanterías más expresivas. En susurros me dijo que venía a tomar medidas para que el presente solicitado fuese de mi gusto. Tomó medidas varias veces y tan requetebién que lo contrate de Rey Mago crónico camuflado de chófer de tarde-noche.

Mi marido no se fue a Oriente, pero desde entonces está encantado porque a los Reyes Magos sólo les pido ya cuatro bagatelas y un roscón de anís para no perder la costumbre.

Anónimo dijo...

Qué suerte tienes yo llevo recorridos cuarenta pajes de la cabalgata de este año y no soy capaz de que me consigan audiencia con Melchor. Con lo que yo necesitaba yo un coche nuevo...
Y es que todos los pajes son iguales, te prometen y tú les crees y al salir del baño ya no te vuelven a hacer caso. Este dolor de cervicales para nada.

Anónimo dijo...

Tessa la princesa
Tipití, tipitesa
Tena una corona
Tipití, tipitona
Con cuatro monaguillos,
Tipití, tipitillos.
Un cura y sacristán
tipi, tipi, tipi, tan.

Abelardo dijo...

Qué gracejo y soltura tenéis para la poesía popular´, ¿pertenecéis a eso que dan en llamar la nueva trova catalana?

Anónimo dijo...

EStoy un poco preocupado por la ausencia tan prolongada de La Taberna Fantasma, desde el 24 que no se sabe nada de ella. He mirado en otros blogs y tampoco he visto ninguna nota. ¿Alguien sabe algo de ella?, ¿será que se fue de vacaciones y no me enteré?

Anónimo dijo...

BERTO,por nuestro foro(hoy no fumo) tampoco aparece.si me llegan noticias por alli,os lo comunico.saludos

Alf dijo...

Hola a todos como vereis yo tampoco escribia desde hace tiempo y es que he andado muy muy liado y ya no me puedo conectar por falta de tiempo.

Sigo sin fumar nada de nada ya es un mes y pico y lo unico malo es que he entrado en una etapa depresiva donde mi cabeza no esta bien y la tristeza invade cada rincon de mi ser ahora mismo, tampoco es buena epoca para la familia ni relacciones sentimentales o es que yo lo veo todo de un oscuro tirando a Negro y es cuando me pregunto¿Sera mi amigo el pitillo el que produce esto? si es asi ¿Cuanto mas estare asi? no se ahora si que necesito ayuda llevo mas de 20 dias asi y no se estoy un poco bastante jodio

Besotes a todos y cuidaros mucho

Anónimo dijo...

Alf, las dos veces que he recaído en los últimos años ha sido por encontrarme en una situación anímica similar a la tuya.
Se produce una situación depresiva y la adicción nos lleva a pensar que fumándonos un cigarrillo todo desaparecerá.
Lo que me ocurrió a mí es que con los primeros pitillos por supuesto se me iba la olla y parecía que sí, que la depresión amainaba. Todo ello conducía a volver a fumar como siempre y al poco a darme cuenta que lo único que había pasado es que la vida continuaba exactamente igual y yo había vuelto a fumar.
Es habitual esa depresión, lo mejor es explicárselo al médico y ver que solución paliativa da a ese periodo derpesivo.
Por supuesto, como la sensación depresiva no está basada en algo real termina por desaparecer.

sigue contando aquí cómo te encuentras, también es una forma de pasar el achuchón

Anónimo dijo...

Alf, tu frase "mi cabeza no esta bien y la tristeza invade cada rincon de mi ser ahora mismo, tampoco es buena epoca para la familia ni relacciones sentimentales o es que yo lo veo todo de un oscuro tirando a Negro" es digna de Miranda después de ser abandonada por alguno de sus maridos.

Esas frases son las que fabrica nuestra situación depresiva. Sin embargo, estar deprimido no quiere decir ser tonto, y todos somos capaces de hacer el trabajo de buscar y anotar qué cosas positivas, buenas y divertidas tenemos en este momento alrededor de nuestra vida.

Vale, nos saldrá un "sí, pero...", no importa, sigue apuntando, y releelas cuanto haga falta. Lo que hayas apuntado tiene la ventaja de que es real, los pensamientos depresivos no lo son en casi su totalidad por lo que poco a poco, los datos positivos los irán diluyendo.

Si el estado depresivo te conduce al cansancio y a la inmovilidad (solución sofá) oblígate a hacer pequeñas cosas cotidianas, de forma que te sientas entretenido y obtengas al final la satisfacción del deber cumplido y de ser capaz de ir arreglando cosillas a pesar de no estar con los ánimos muy altos.

Anónimo dijo...

Alf, ¿estos bajones son del todo nuevos?
Yo siempre he tenido estas temporadas, y desde que he dejado de fumar tampoco se me han quitado, hay cosas en las que dejar de fumar no afecta demasiado, como a los juanetes.
Lo que si es cierto es que desde que dejé de fumar cuando se me ocurre que la vida es un poco asquerosa y que no acaba de funcionar bien aunque uno haga todo lo que puede, parece que me asalta ese yonki interior y me dice: mira muchacho, pa la mierda esta casi que puedes volver a fumar, que a poca salud ninguna y fumar lo más que hace es matar a largo plazo y quien te dice que mañana no te estrellas en la M 30.
Mi yonki interior me conoce muy bien y siempre tiene argumentos que a mi me convencen mucho.
Esta vez tengo esta herramienta que es internet y amigos que están en la misma situación y lo que hago es exactamente lo mismo que has hecho tú. Escribo, leo a los demás y espero a que el temporal amaine.
El último achuchón se me hizo un poco más chungo y le hice caso a Auriga: el médico sabe de estas cosas. Ahora estoy mucho mejor.
Por otra parte estoy seguro que si hubiera vuelto a fumar encima de que la mierda sería la misma yo me sentiría aún peor y con la autoestima por los suelos diciéndome que no valgo ni para dejar de fumar, con la cantidad de gente que puede y yo ni eso.
Fumar no ayuda a nadie más que a los que fabrican y venden el tabaco.

Anónimo dijo...

Desde que dejé de fumar, ahora no sé exactamente cuando, pero seguro que no mucho, porque mi marido era el mismo que el que ahora se mesa el pelo todos los días viendo los meneos bolseros del Ibex 35. Bueno, pues eso, que desde que dejé de fumar estoy teniendo más altibajos que el susodicho Ibex.

No los había achacado en absoluto a haber dejado de fumar, que me parece la mar de prosaico, sino a los avatares que remueven mi vida desde siempre y que bambolean mi estado de ánimo en el otoño –en el otoño del año, no el de mi vida, que está muy por llegar plus encore, mes enfants, que veo como os vibra la lengua-

Pero, puede que sea verdad, que ahora no he organizado una forma ad hoc de sobrellevar mis avatares. Antes, me venía un avatar de esos, entornaba los párpados cargados de rímel, lanzaba un ay susurrante y me tumbaba en la chaise longe con la boquilla de un metro en los labios a verlas venir. A verlas venir preocupadísimas a mis amigas íntimas que había puesto al corriente de mi penoso avatar.

Ahora no puedo hacerlo, porque las íntimas fuman como carreteras y era lo que me faltaba a mí, estar con el ánimo por los suelos y las chaise longe envuelta en la humareda de antro de juego.

De momento lo que hago, hasta que se me ocurra otra cosa es agarrar la Enciclopedia culinaria de la marquesa de Parabere y me lío a preparar empanadillas de bacalao. El viernes pasado conté hasta ochocientas diecisiete. Luego le dije a Baltasar que las metiese en el Bentley y las repartiese entre los pobres de necesidad, porque sentirse caritativa coadyuva un montón a la abstinencia. Luego Baltasar seguro que las vende por las panaderías, menudo es él, pero por mi parte la coadyuvación está hecha.

No te puedo sugerir, por tanto, querido Alf, otra cosa que lanzarte a montar empanadillas. No tienen que ser por fuerza de bacalao, puedes hacerlas de cualquier cosa siempre que lo pongas todo muy picadito, muy picadito, y con una salsa de tomate casera auténtica, haz caso a la marquise.

Abelardo dijo...

¿El Ibex 35 no es un coche? Qué desilusión yo pensaba que estaba tan de moda... ahora ya no sé cual comprar.

Anónimo dijo...

Pues mira, Abelardo, dejémonos de historias. Desde que Bently y Rolls Royce se las quedaron los alemanes, yo me inclino ya por lo aunténtico aleman: un Maybach 62.

Que como decía no sé cual marido mío, al fin y al cabo, Mercedes siempre será Mercedes. Se refería a Mercesdes Benz, no a la Mercedes Gutierres con la que le encontraron cuando le pego el finiquito que se merecía.