martes, 9 de diciembre de 2008

El miedo al fracaso

Creo que desde que abrimos el chiringuito no hemos hablado de este asunto, que es una de las milongas que más nos contamos para postergar indefinidamente el día D. Por lo que voy viendo, el miedo al fracaso se presenta en fumadorxs que previamente han intentado dejar el tabaco una o dos veces y han recaído, como por ejemplo una servidora.
Tras dos períodos de varios meses sin fumar, tenía la sensación de que volver a intentarlo era volver a pasarlas igual de putas, total, para volver a recaer un poco más adelante, con la consiguiente pérdida de tiempo, energía, esfuerzo y consideración propia que esto traería consigo. Daba por sentado que el tabaco me superaba y que intentarlo otra vez sería causa segura de llanto y crujir de dientes. Volver a caer sería la demostración palpable e indiscutible de mi condición de víctima que ha perdido el dominio de sí misma, y para lxs que estamos acostumbradas a comernos los lagartos crudos, no hay peor etiqueta que esa. Mientras se vive en la incertidumbre del próximo resultado aún hay un resquicio de autorrespeto. Lanzarse al día D conlleva el vértigo de perderlo.
La cosa es que en estas lides te cuentas de todo, como por ejemplo que no puedes decepcionar a lxs amigxs que te han aguantado tantas histerias y abismos personales, a tus hijos, con sus pequeños e inmaculados pulmones, a los millones de ojos que te observan,
a Espinete, a Don Pimpón y a la gallina Caponata. Pamplinas todas. Lo que no podemos soportar es decepcionarnos a nosotrxs mismxs una vez más.
Pero resulta que ese yo que nos pide explicaciones y nos llama fracasados es un/x adictx que vive con el miedo a perder su dosis definitivamente. Cada vez que nos encuentra pensando en dejar el tabaco nos tira un dardo envenenado con alguna tontería de este tipo. 'Para qué lo vas a intentar, si ya sabes que no vas a poder, y luego lloras... Anda, quédate aquí sin hacer nada que va a ser lo más seguro' Esa es nuestra propia voz aterrorizada y adicta. Esa es una parte de nosotrxs mismxs que YA nos ha perdido el respeto. Y digo yo que si no hay respeto no puede haber interlocución, y sin interlocución no puede haber diálogo... Así que... dejemos de escuchar a esa parte de nos de una puñetera vez y tratémonos con el respeto que nos merecemos. ¿Quieres dejar de fumar? Pues empieza a hacer los trámites y ponte un día. Sin más.

20 comentarios:

Thalía dijo...

Tienes razón. Mucha razón. Una excusa más. Simplemente hay que hacer una pregunta. ¿Quiéres dejarlo? Y responder, así de fácil.

¿Quieres?

- Claro que quiero.

Pues ponte un día.

- Ya está puesto.

¡¡Qué estúpido resulta toda nuestra argumentación cuando se lee a través de una tercera persona!!

Anónimo dijo...

Di que sí Tabernísima. Si pensase en el fracaso jamás habría dejado de fumar mi ultimo cigarrillo ni me hubiera subido en estos tacones de aguja de vértigo. Y ahora, mira tú qué bien, ni un humo y los escalones de tres en tres.

Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo
sacudí

Que es mi barco mi tesoro
que es mi dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.

Hics...

Uff, el Moët Chandon éste está buenísimo pero la segunda botella se sube que no veas.

Anónimo dijo...

y qué razón tienes Labeque, nada más útil que poner nuestros argumentos en labios de otra persona para poder analizarlos objetivamente.

Cuando empecé con esto, Le dije yo a un amorparatodalavidaporsiemprejamás que me había echado que me enumerase todos los argumentos que decía yo para seguir fumando. Y, oiga, mano de santo, al minuto comprendí que mis argumentos eran estúpidos y mi amoreterno gilipollas. En ese mismo instante dejé de fumar y al amoreterno lo mandé a tomar el aire. Dos pájaros de un solo tiro.

Ya digo, mano de santo...

La Taberna Fantasma dijo...

Miranda, querida, celebro que por fin te decidieses a subirte a los tacones y que Espronceda te ofreciera el soporte necesario. Aprovecha tú que bebes Moët...

Labegue, wapi, sí que resulta estúpido, pero no vayas a creer que eres la única, que ya somos al menos dos (y tres, que Miranda ya ves cómo las gasta). Todo lo que te cuente, todito lo he vivido, nena...

La Lola dijo...

Pienso que no deben tener o mejor dicho debemos tener miedo al fracaso, básicamente porque si fracasamos no se acaba el mundo, porque podemos volver a intentarlo y porque no hay que dar explicaciones a nadie, es nuestro problema y lo tenemos que solucionar, y lo vamos a hacer como podamos con las fuerzas que tenga cada uno y sobre todo con la convicción, esa si que hay que tenerla clara de que no vamos a volver nunca, no porque no podamos...¡que podemos!sinó porque no queremos y si fracasamos, pues nada....lo volveremos a intentar, que para eso tenemos claro que NO QUEREMOS VOLVER A FUMAR NUNCA MAS....
Muchos besos

Anónimo dijo...

Recorriendo los distintos sitios me maravilla la sincronicidad, no como algo mágico, sino como una vibración parecida que todos vamos teniendo y cómo nos ayudamos a pensar algunos temas, tal vez sin saberlo.

Vengo de leer en otro foro los vacíos que nunca serán llenados pero creemos que sí llenaremos con cualquier adicción. Y me surgió la palabra "límites."

El miedo al fracaso podría estar relacionado con tener un bajo umbral de tolerancia a la frustración, y una baja tolerancia a la frustración con una incorrecta puesta de límites en la infancia?

Con esto no echo culpas a nadie, porque sabemos que no importa el hecho en sí sino como lo interpretamos. Pero no nos comportamos como esos niños que decimos "porfi... un poquito mas... me dejas?" y siempre teníamos el sí, y no conocimos muchos fracasos/frustraciones, nos faltaron algunos límites bien puestos...?

Soy de las que describo, que dejé que una bruta bronquitis me pusiera el límite porque yo no me lo terminaba de tomar en serio ni era capaz de ponerme fecha... jugando con el peligro.. un poquito mas, si? me dejas?? No quiero ni un fracaso, ni uno solito...

Y así con todas las áreas, si somos "exitosos" nos querrán. Si fracasamos tal vez nos retiren el cariño no?

La Taberna Fantasma dijo...

Veo clarísima la relación con la baja tolerancia a la frustración.

Sí que creo que nos influyen modelos sociales en los que sólo se valora el éxito final de un proceso. Está claro que hasta llegar a ese punto se puede haber fracasado mil veces, pero esto no se enseña, no cuenta, no importa. El espectador sólo ve el brindis final y se frustra en sus fracasos sucesivos sin saber que los de la foto también las pasaron putas antes de llegar a ese punto.

Por otra parte, también es cierto que el modelo social exitoso tiende a diluir los límites personales (y aquí sí que veo claro lo que comentas, Magui) en el sentido de que hoy nada es imposible para los exitosos y se confunde querer las cosas con tener derecho a ellas, cosa muy propia de los niños consentidos y de los adultos que lo fueron. Y aquí se produce el encuentro entre el hambre y las ganas de comer que perpetúan las adicciones: El adicto reviste su 'me apetece un cigarro' con '¿es que no tengo derecho a fumar lo que me parezca?'.

Al final descubro que el secreto del éxito no radica más que en no pensar mucho en él y en elegir muy bien el momento y el lugar donde hacerse la foto.

La Taberna Fantasma dijo...

Y un buen maquillador, claro... ;D

Anónimo dijo...

Animo y a seguir!!! No seáis como el pobre Chemita, quien fuma fuma y fuma sentado en el umbral, mientras da lecciones de hombría de bien y caballero de triste estampa

Gabriela dijo...

A mi la verdad es que me parece que el principal argumento para no poner fecha cuando todavía fumábamos es que nos gusta mucho fumar. Todo lo demás, inlcuido el miedo al fracaso, es puro mecanismo para con nosotros mismos. Digo, porque si fuese el miedo al fracaso, tampoco estudiaríamos por miedo al aplazo, ni trabajaríamos por miedo al no reconocimiento, y etcéteras. Creo que está bueno tenerlo como un elemento más para estar atentos, muy atentos, pero lo cierto es que adictos que somos, mientras fumamos, fumar nos encanta y todo lo que sabemos y toda la información que manejamos, no nos sirven para nada, hasta la brinquistis, o la angina o lo que sea que nos hace hacer el clic.
Ahora, una consulta para los más experimentados. Ando por lo siete meses y medio sin fumar, y la verdad, no lo esperaba, pero me ha venido desde hace unos diez días una ola de ganas bastante reiteradas de fumar, sobre todo a la noche, cuando termino con todas las faenas y me distraigo con la tele o con alguna lectura. Duran muy poco, unos segundos, hasta que se hace conciente y ni se me pasa por la cabeza hacerlo. Pero me enoja y no entiendo cómo puede ser. El resto del tiempo, ya si el tabaco sí o no, si esto o aquello, no es tema. Incluso a veces desde el coche veo gente en las veredas de los bares fumando y me resulta rarísimo pensar que yo estuve así, con un cigarrillo en la boca y echando humo toda una vida, y de noche, ¡záz! Ahí me viene un deseo de llenarme de humo. Es muy raro, y me enoja mucho. No puedo decir que es estrés, ni ansiedad, ni nada de nada. Tal vez un poquito deprimida por algunas malas noticias familiares, pero nad aextraordinario. Estoy desconcertada,la verdad.
¿A ustedes les ha pasado después de tanto tiempo? LTF...Yo no entendía cuando estabs así como yo ahora, porque pensé que nunca más iba a tener ganas. ¡Dios me castigó! ¿O me vino un golpe de miedo al éxito? ¡¡¡S.O.S!!!!

La Taberna Fantasma dijo...

Gabi, esta última vez yo ya sabía que fumar no me gustaba, o al menos que sólo me gustaban 3 de los 30 que fumaba al día. Lo que sí me gustaba es haber podido estar casi un año sin tabaco, y haber subido montañas y cosas que no hacía fumando. No me lanzaba por puñetero miedo a demostrarme una vez más que no era capaz.

Sobre lo que cuentas, no creo que te haya castigado ningún dios, como no sea por hacer peyas en el blog... Lo que creo es que mantenerse abstinente es un esfuerzo mental que puede llegar a agotarnos mucho. No puedes mantener siempre el mismo nivel de alerta, es natural que a medida que pase el tiempo tendamos a relajarnos y nos sorprendamos en la apetencia de un cigarricoooo... Revisa qué vacío se te está expandiendo porque desde ahí es desde donde están pidiendo tabaco como si esto fuese un pizza hut.

Supongo que funciona como los virus herpes estos que habitan latentes el organismo y asoman la cabeza en cuanto estamos bajos de defensas. Yo tengo uno que a veces me pone una pupita en la comisura del labio que me sirve de señal para darme cuenta de que tengo el sistema inmunológico bajo. Así que me doy al cítrico, a las verduras y a la comida equilibrada y se me pasa. Capisci? ;D

PD1: No me ha salido desde que dejé de fumar, jate tú.

PD2: ¿Quién es Chemita?

Gabriela dijo...

Ay. Tal cual lo decís, LTF. Además de las ganitas de fumar, me salión un herpes que hace años no asomaba, y una alergia en los ojos que hace parecer que lloro todo el tiempo. Estoy hecha un asco, y es que el vacío - DEL QUE NO PIENSO HABLAR POR AHORA- me ha bajado las defensas más de lo que creí. Y lo que no es vacío, es demasiado lleno. paré con la dieta, y no subí, pero me lelgó el pleno verano sin estar muy cómoda con los kilos que me subí este invierno de abstinencia...
No puedo seguir si no me decís qué es "hacer peyas", porque no sé qué es pero suena feísimo...
Ta. No sigo hasta que sea capaz de nomrar los vacíos y romper entoces la a- dicción.....

Alf dijo...

Hola a todos y buuuueeeeenossss dias , la verdad es que estoy de acuerdo en que suena ridiculo cuando lo lees pero tengo tambien que aceptar que ese tipo de excusas las he puesto yo cientos ed veces y son las mismas en todos los fumadores que conozco.

Por mi parte sigo sin fumar como os dije noto que respiro mas que el aire llega mas dentro y eso creo que me ha echo pillarme un resfriado de pelotas jajaja hoy toso y tengo como una cataplasma en el pecho , se que esto en el fondo sera bueno por que el catarro y los kilos de cemento que salen del pecho seran una herramienta de limpieza del organismo al no recibir mas veneno.

Por lo demas igual sigo sin fumar uy la verdad es que tampoco me cuesta mucho decir que no cuando de vez en cuando me apetece fumar (Que no son muchas)

Bueno Pues como todos los dias un abrazo para ellos y un besazo para ellas

La Taberna Fantasma dijo...

Alf, es que a lo tonto a lo tonto ya llevas 10 días...! Suele suceder que te resfrías con facilidad al principio, pero me parece algo pronto para que te pase, la verdad. Esto es porque esa capa de mieeeeeerda que recubre tu garganta y bronquios comienza a retirarse y parece mentira, pero algo protegía..! Mira qué bien, vas quemando etapas.

Es cierto que esas excusas nos las hemos puesto todos, pero deben de ser excusas poderosas porque, una vez que ya sabemos que son excusas, nos las seguimos tragando como si nada... with potatoes...

Gabi, ¿cómo se dice faltar a la escuela en vuestros lares? Pues eso es hacer peyas... En la facultad decíamos 'fumarse las clases', pero no me ha parecido oportuna la expresión...

Alhuerto dijo...

Pos claro, si fumamos es porque nosotros queremos hacerlo y si lo dejamos ha de ser por la misma razón... porque nosotros nos ponemos el día, la hora y la razón y aunque siempre encontremos una contra a esa razón, si la pensamos bien seguramente no tiene ni pies ni cabeza.

Sobre lo de que te vengan ganas de fumar despues de 7 meses... pos ya ves, yo el 17 hago el año y tambien me vienen, es normal. Como ya dije este finde en reunión, nunca seremos No-fumadores, siempre seremos Ex-fumadores.
Hay gente que piensa "a ver que día es el que se acaba este padecer" una vez deja de fumar.... y ese dia nunca llega. No hay un final a todo esto, si un olvido por falta de uso, pero siempre quedará muy dentro de nosotros un recuerdo de ese tiempo vivido.
Solo nos queda ser conscientes de que solo son recuerdos, y que no debemos vivir de ellos.

Coñe parece que hable de otras cosas. Jejejej.

Gabi, acéptalo...si te vienen ganas no son para llenar esos vacíos... porque sabes perfectamente que no los llenarás por muchos cigarros que fumes, con lo cual para que intentar llenarlos de humo??

Anónimo dijo...

¡Saludo a todas y todos, todxs!
Alguna vez os dejé unos abrazos en la puerta pero por allí me parece que ya nadie se asoma... y aquí estoy de nuevo, contenta de seguir en la abstinencia. ¡Qué digo contenta, hace tiempo que lo disfruto y mucho! :-)
Yo aproveché una terrible bronquitis para dejar de fumar, pero es verdad que llevaba años un poco asqueada, cansada y sobre todo aburrida de mí misma escuchándome decir: "ya lo dejaré..." "ya lo dejaré..." en plan mantra...
El asunto es que esto del miedo al fracaso es duro y es difícil, pero yo creo que está "el otro miedo", quizás en el otro polo, y es el de quedarnos atrapados por siempre en la adicción. Al menos eso es lo que yo viví.
En la balanza, el miedo a fracasar en el intento no ha sido nada respecto al otro, que de cansancio de fumar pasó a ser miedo a no poder dejarlo y luego se mutó en terror, impotencia y pura y dura ESCLAVITUD. Yo, como La Taberna, creo que me pasé los últimos años creyendo que "me gustaba" alguno de los que fumaba (aunque ahora que entiendo cómo funciona la adicción en mí creo que lo que disfrutaba era la pausa en el trabajo...), pero básicamente fumaba cada vez más consciente de mi cansancio, mi malhumor, malestar al fumar, hasta que llegó la angustia y luego el terror de reconocer que estaba totalmente atrapada y sintiendo verdadera impotencia para salir de ahí. Creo que esa consciencia es la que me sostiene y me sostuvo en la decisión de no volver a fumar. No he vuelto a sentir ganas, pero es que lo escribo y me suena sospechoso. ¿Ganas? ¿Necesidad? Sí, la de los primeros días de abstinencia física y por darme un chute de nicotina. Pero eso se pasa muy bien y rápido (ya lo sabes, Labegue... ;-))

Ahora mismo la gente que fuma me sirve como recuerdo de mí misma fumando. Al verles me es fácil evocar la ansiedad que sentía por el próximo cigarro y el recuerdo de aquel miedo a quedarme atrapada ahí.
O sea, nada que eche de menos, al contrario.
Espero que esto no cambie. Grabada en mi mente se quedó una gloriosa frase de Auriga, y digo gloriosa porque para mí y en ese momento preciso fue de gran impacto: "La adicción se queda allí para siempre y el día que recaiga será porque lo he olvidado". ¡Otra vez gracias!
No canto victoria. Sólo me dedico diariamente a disfrutar de haberlo dejado. Y llevo ocho mesessss... (ya sé, es poco)

Besos

Anónimo dijo...

No hay un final a todo esto, si un olvido por falta de uso, pero siempre quedará muy dentro de nosotros un recuerdo de ese tiempo vivido.
Solo nos queda ser conscientes de que solo son recuerdos, y que no debemos vivir de ellos.


Mira, Almunio mío, otra poesía como esa y acabo con la reserva de Moët Chandon que se dejó mi difunto segundo marido que en gloriasté.

Ains, qué lagrimones, hics..

La Taberna Fantasma dijo...

Jolín, Diane, ocho meses... cómo pasa el tiempo...! Pásame la fecha D y te pongo en el paseo de la fama, jejejej... Siéntete en casa, wapa.

Tienes razón en que el acoxone de quedarse atrapada en la adicción puede ser igual de jorobao, pero para eso hay que ser consciente de que una es una adicta, de que es impotente ante el tabaco, etc, etc. El miedo a fracasar lo veo como más libre, le pasa incluso a gente que no fuma, jejej...

Yo también estoy como a rayas, disfrutando de no fumar pero también deseándolo a ratos. Por suerte cada vez lo deseo más de tarde en tarde.

Anónimo dijo...

"Tienes razón en que el acoxone de quedarse atrapada en la adicción puede ser igual de jorobao, pero para eso hay que ser consciente de que una es una adicta, de que es impotente ante el tabaco, etc, etc."

Para mí el proceso ha ido en otro orden. Yo necesité la experiencia del acoxone bien sentidita y reconocida y aceptada para luego ponerle un nombre y decir: "Ah! esto es ser adicta".
Luego el tiempo y la información (es una enfermedad, dejarlo es un proceso, las recaídas se construyen,etc etc) me ayudaron a aceptar que soy una drogadicta con 35 añitos de práctica.
Me gusta el tema del miedo porque pienso que es sobre eso que falta info en las cajetillas. En lugar de hablar de enfisemas, qué pasaría si nos dijeran: "Cuando te des cuenta que no puedes "vivir" sin fumar, empieza a preocuparte o a ocuparte en dejarlo"
Abrazos de exfumata

La Taberna Fantasma dijo...

Lo que equivale a decir ...cuando te das cuenta de que no puedes 'vivir' sin empeñarte en 'matarte'... (pregunta lógica que sucede a este pensamiento: ¿pero tú eres tonto?) Y paradojas como esa nos las hemos comido con patatitas...