martes, 21 de octubre de 2008

Vivencias de un fumador que no fuma

Han pasado ya varios meses desde que por circunstancias que todos conocemos se creó este blog; fuí invitado a participar siendo entonces motivo de satisfacción personal aunque realmente y hasta hoy no he participado como tampoco lo he hecho en el sitio del que me fui por no sentirme a gusto. No es el caso de este blog y he de decir que siento esta pizca de vergüenza por mi nula participación. Mi vida laboral ha sufrido ciertos cambios que al final pasan factura a la vida privada y esto es lo que he pretendido evitar o al menos amortiguar; trabajo más, me canso más así que en casa dedico el tiempo primero a mi pequeña hija y después al necesario descanso. Por supuesto he intentado estar al corriente de lo que sucedía por aquí, conectarme es fácil, escribir no lo es tanto especialmente si las letras no son la vocación de uno.

Sigo sin probar calada, he soportado estoicamente toda clase de circunstancias que en mi mente aún enferma por los efectos de la adicción podrian ser una fácil excusa para la recaida, he aguantado bastante bien en parte gracias a las experiencias y consejos expuestos en los foros y blog. Soy de los que piensan que no hay que contemplar la posibilidad de recaida, de suceder es un gran fracaso y como el amigo Auriga pienso que nada de mimos ni palabras como "esta experiencia te hará duro para afrontar la próxima", deberiamos auto-prohibirnos expresar frases como esta que mi entender invitan a la recaida, si recaes malo y chancletazo al canto. Esta manera de pensar y el implicarme en la comunidad virtual a la que pertenecemos han sido mis principales ayudas.

En estos momentos cuando ya hace casi siete meses he de confesar que ultimamente lo estoy pasando bastante mal a ratos, en aquel foro hubiera puesto un seis o un siete en el formulario sobre ganas de fumar, será por algo cíclico o por algún otro motivo que a menudo pienso en el cigarrillo cuando parecía que ya lo tenía bastante superado; en principio las grandes tentaciones son casi siempre en mi puesto de trabajo donde por ley no debería pero que es donde más he fumado en esta vida (sin molestar ya que tengo mi propia oficina con suficiente ventilación; En contrapartida cuando salgo a cenar o a tomar una copitas no tengo necesidad, muchas veces ni tan siquiera pienso en el tabaco y si lo hago es para pensar en lo asqueroso que sabría una caladita. Físicamente sigo sintiendo en estos malos momentos cierto cosquilleo en mis plumones que parece ser están bastante bien después de mas de veinte años de castigo por mi mal hábito, no he tenido ningún tipo de síntoma, no he tosido desde el primer día en que lo dejé, no salgo a correr aunque no dudo en dejar el coche en el garaje para caminar ese kilómetro y pico que recorro de cuatro o seis veces cada día y no me canso como sucedía antes. Engordé un poquito pero nada preocupante, lo de recuperar sabores y olores no lo he notado suena a tópico, paso orgulloso frente al estanco pero sin dar saltos de alegría, en el fondo no soy más feliz que antes si no que el ser un fumador que no fuma es una condición como por ejemplo la de tener que trabajar este día que preferiría quedarme en casa, "que remedio".

Como habéis podido ver si es que alguien ha captado lo que yo quería expresar -insisto en que las letras no son mi fuerte por lo que si no habéis entendido nada es lo normal- empiezo a tener claro que esto va para largo y que lo que conviene es aprender a convivir con esta situación que por otra parte imagino no será para todos igual y por supuesto valorar el lado positivo en su justa medida que no es poco; en estos momentos mis "ejercicios espirituales" consisten en cuando me entran ganas de fumar por ejemplo en recordar aquella ocasión reciente en la que visité al "otorrino" y vi con pena aquellas personas sin voz y a la vez alivio de pensar que tengo bastantes menos números en esta lotería desde que no fumo.


Bueno, ya sabeis que sigo con vosotros y sin malos humos, no se si podré participar habitualmente, lo veo dificil pero espero en siete meses mas poder seguir contando las pequeñas tonterias del fumador que no fuma en este blog.

23 comentarios:

CLJ dijo...

Me alegro un montón de que sigas sin fumar. La verdad es que el no saber nada de nada de algunos de vosotros es preocupante, pero me alegro de volver a leerte. Como verás yo sigo en mi lucha y espero ganar más partidas, aunque como todos sabemos, ganar la guerra es casi una utopía, ya que dura demasiado tiempo y creo que la ganas cuando ya ni siquiera lo hechas de menos pasado mucho tiempo o ni siquiera te vuelves a acordar de que lo echas de menos.
En cualquier caso enhorabuena por seguir sin fumar y hazte a la idea de que realmente es lo que tu dices es acostumbrarte a una nueva "no costumbre" en tu vida o "costumbre" de no fumar. Porque creo que nos hemos acostumbrado durante todos estos años, a que sea parte de nuestro que hacer diario, y ahora nos tenemos que acostumbrar a que nunca más volverá a compartir todos esos momentos con nosotros aunque lo veamos continuamente por la calle, en la cafetería.... porque la realidad, por lo menos en mi entorno es que el 80% de la gente fuma, mas o menos, pero fuman.

Bienvenido de nuevo chiquillo.

La Taberna Fantasma dijo...

Pero qué alegrón, McQueen...! Toda una noticia que sigas sin fumar, que tu vida continúe con más o menos cambios y que sigas teniendo clara cuál es la estrategia. Es cierto que a veces pensamos en los amigos que andáis por ahí fuera y nos preguntamos si es que acaso habéis recaído y por eso no venís, pero a ti esto te tiene que dar igual, no te sientas culpable. El antiguo foro, y este blog, y cualquier grupo presencial o virtual no son sino una herramienta para conseguir un fin y si no vienes será porque no lo necesitas, de lo cual me alegro inmensamente. A pesar de eso, creo que es bueno tener alguien a quien recurrir en momentos de zozobra adictiva, como dices que te pasa ahora a veces, con estas ganas de fumar en el trabajo que creías superadas. Así que pasa cuando quieras y nos necesites, sin latigazos... ;D Además, aquí no pedimos comentarios de texto, ni premios Cervantes, ni nada. Con que cada uno trate de expresarse usando su lengua, es suficiente... jeje...

Bienvenido de nuevo.

La Taberna Fantasma dijo...

Sobre tus últimas ansias cigarriles, a mí me ocurrió también cuando se me pasaron los tiempos más difíciles. Me encontraba mejor, pensaba que en el fondo no había sido para tanto, dejé de toser y de ahogarme por las mañanas, respiraba bien... No tenía que salir del metro corriendo con el cigarrillo en la mano para encéndermelo cuanto antes... En fin, que olvidé "lo malo" de fumar, lo enferma que me sentía cuando fumaba, lo patéticas que eran mis toses cuando me lavaba los dientes, tan joven y tan penosa... Olvidé todo el malestar que me hizo decidir dejarlo, no acababa de ver ningún beneficio clamoroso y palpable que supusiera una la gran diferencia por no fumar, y sin embargo recordaba los "beneficios" del tabaco, cosa que no me había permitido mientras me sentía vulnerable a la recaída. Ahora sientes que has terminado la fase más difícil y puedes relajarte, y es ahí cuando te permites recordar "lo bueno" del tabaco.

Creo que la solución es echarte un jarro de agua fría (con perdón)... no has terminado ninguna fase, no estás a salvo, puedes recaer a los dos días, a los tres meses o al año. ¿De qué te extrañas entonces si tienes ganas de fumar en la oficina? Es lo normal, por eso estamos aquí. Repasa tus motivos y esfuérzate en encontrar los beneficios que has adquirido al dejar el tabaco. Es hora de renovar los votos...

Y ahora cuando venga Auriga te preguntará exactamente qué sientes y en qué circunstancias y de qué manera, etc... y te hará un poco picadillo, que es lo que funciona y le encanta... ;D

Gabriela dijo...

Qué bueno que apareciste, Mc Queen. Y qué bueno la calma con la que tomás las cosas, lo sencillo. Es contadictorio con mi recuerdo de vos, con esa foto del otro sitio, con tremenda cara de loco desesperado y ojos saltones.
Creo que dentro de todo, a pesar de haber aparecido ese cosquilleo, está bueno cómo te tomás las cosas así, con esa sencillez del tipo: Bueno, me dan ganas sí, pero a joderse porque yo no fumo...
Y también es cierto que ya Auriga te dará precisiones de las que tomaré debida nota porque cada tanto me vienen unas ganassssss. Por lo pronto,
otra vez felicidades, y no te pierdas.

Anónimo dijo...

Qué alegría verte! y además sin fumar!
Yo no te voy a dar consejos para superar la crisis que estás pasando porque yo, que en poco tiempo también haré siete meses, ando parecido.
Debe de ser lo que dice Latifah que uno se acostumbra a lo agradable de no fumar y no lo siente y eso hace que se vuelvan un poco más molestos los tirones.
Mismamente hoy he hecho algo que haces tú en tu post, dejar abierta la posibilidad de que quizá algún día vuelva a caer. Fue un comentario rápido, tonto y sin sentido. De esos que salen del alma. Y me quedé pensando que parece que en el alma todavía tengo nicotina.
No puede ser bueno contar con la posibilidad de que pueda caer. Esto me hace pensar que en alguna parte me estoy mintiendo.
Y si, ya sé que se trata de "hoy no fumamos" pero el "quizá mañana vuelva a fumar" me lleva a pensar "pues a tomar por culo, fumo hoy"
Yo creo que es que en esto debe de haber diversas fases en las que uno tiene que ir desarrollando estrategias nuevas para mantenerse alejado. A mí ya no me vale de nada acostarme y pensar que hoy no fumé, como cuando llevaba dos semanas.
Tengo la sensación de que ahora mismo no fumo porque no es tan dificil renunciar y que hay algo que no estoy haciendo para prepararme para ese momento que quizá, sin darme mucha cuenta, esté esperando: el de decir si.
Si se te ocurre algo para que no pensar en fumar en el trabajo ven a contármelo, quizá mucha gente pueda insultarte por ayudarme a estar un rato más sobre la faz de la tierra.

Anónimo dijo...

No sabes, Mcqeen, lo que me alegro de que vuelvas por aquí y que no hayas vuelto a fumar.

Sí, como dicen los demás, estamos entrando en un periodo en el que las tácticas que utilizabamos en los primeros momentos dejan de funcionar. Eso es totalmente lógico. Si alguien se cree que recuperar el olfato (que pega un subidón a algunos como para tirar cohetes) va a ser el motivo de no fumar jamás en la vida y se queda ahí en el proceso, es carne de cañón de una recaída.

Me he entretenido en diseccionar una frase tuya. No sé si con mucha lógica, pero por lo menos hace pensar

(...)donde por ley no debería pero que es donde más he fumado en esta vida (sin molestar ya que tengo mi propia oficina con suficiente ventilación)(...)

Una actitud muy adictiva. Existe una ley que yo incumplo (delito), pero sin dañar a la humanidad (compenso el delito con mi bondad incomparable). Así hago mío un espacio que excluyo de la legislación social. (Un perro habría marcado las cuatro esquinas).

Cuesta mucho, pero si admito que con mi adicción justificaba un delito y que la actitud gratificante es no fumar en mi despacho, que es lo que ahora estoy haciendo sin problemas gracias a haber dejado de fumar; entonces, sería lógico que en breve desapareciese el deseo de fumar en mi "territorio".

Yo probaría pedir a algún fumador que fumase en mi despacho para romper el encantamiento. Piensa que no tiene por qué molestarte que fume porque la ventilación de tu despacho, según tú, es mejor que en la cima del Everest.

Lanya dijo...

¡¡¡Qué alegría volver a saber de ti!!! Y por supestísimo, qué alegría saber que sigues sin fumar :D

Me ha encantado tu entrada, y la verdad es que me veo muy reflejada en todo lo que sientes respecto a esto de dejar de fumar.

Me gustaría comentar más cosas pero hoy tengo un día de trabajo horrible, aunque al ver tu entrada no he querido dejar pasar la oportunidad de darte un fuerte abrazo aunque sea muy rápido.

Mañana creo que tendré más tiempo. Un besazo enorme.

Mcqueen dijo...

Gracias y otra vez pido perdón por mi ausencia que además por desgracia continuará, digamos que por razones laborales pero procuraré al menos dar señales de vida de tanto en cuanto.
Tambien me alegro mucho de que vosotros aguanteis. Por lo visto me habeis entendido perfectamente: soy de los que me costó relativamente poco dejarlo al haber una necesidad (operación quirurjica) pero con el tiempo no se me van las ganas o estos recuerdos de "los beneficios de fumar" por lo que paso a ayudarme de una prioridad: estar muchos años con mi pequeña por lo que no tengo previsto caer otra vez, así que ni se me pasa por la cabeza la posibildad de pedir un cigarrillo ya que se que caería y hasta el fondo del pozo. Mi título creo lo resume todo en muy pocas palabras todo: "fumador que no fuma"
Auriga: Muy bueno lo del despacho aunque no sea exactamente así (entre otras cosas la ventilación fué anterior para no fumar aún mas), la idea o mejor llamada excusa la tomé creo del dueño de Planeta que se alquiló el despacho a si mismo para poder fumar sin delinquir. Ahora algunos clientes no se cortan un pelo en pedirme prestada la oficina para fumarse un pitillo, al principio hasta me gustaba que lo hicieran en mi presencia, ahora les dejo solos con su cigarrillo, la ventilación y mi desordenada mesa no vaya a convertirme en un "olfateador de fumadores fumando" que sería muy patético.
Abrazos, besos y espero que hasta pronto

Anónimo dijo...

Bien, McQueen, con todo ello podemos llegar a la conclusión que como adicto eres más sibilino que lo habitual. No fumas, pero avisas a todo el mundo que tu "territorio" es zona de fumadores.

Por favor, anda, no te dejes engañar por ti tan tontamente. A quien estás diciendo que tu "territorio" es zona de fumadores es a ti. Y lo remachas incluso con el título de esta "entrada".

No te costó dejar de fumar porque mentalmente no has dejaste de fumar nunca. Ahora tu adicción está mosqueada diciéndote: Bueno, vale ya ¿no?. Se acabó la bromita.

Ha sido un buen método para arrancar, por lo menos ha funcionado. Pero te está pidiendo a gritos que para continuar el proceso se deben cambiar las tácticas.

Parece que insinuas que has dejado de fumar por tu hija. Deja de fumar por ti, a los hijos les trae al fresco (y en el futuro les trae más) que fumemos o no, y eso lo utilizará la adicción en su momento para atacar (Eso de: "no sabes lo que me alegro papaíto del alma mía que no fumes", lo dicen porque saben que es lo que queremos oír. Pero ya te digo: al fresco serrano les trae...).

Lanya dijo...

Yo no es por dar guerra (bueno, sí, también es por dar guerra) pero entiendo a Mcqueen perfetamente y estoy muy de acuerdo con él.

No creo que Mcqueen esté en peligro de recaer, al menos no más que cualquiera de quienes os lo planteais de distinta forma.

Entiendo tu razonamiento en cuanto a dejar de fumar por uno mismo y no por un tercero, aunque este tercero sea un hijo... vale... pero es que Mcqueen no ha dicho que haya dejado de fumar por su hija, lo que ha dicho es que tiene una clara prioridad

estar muchos años con mi pequeña

No es lo mismo ni parecido, quiere estar con su hija todo el tiempo que pueda, y hace lo que está en su mano para no acortar ese tiempo.... ergo, deja de fumar. A su hija le traerá al pairo o no (me da que es lo suficientemente pequeñina como para que NO le traiga al pairo) pero a él le importa y mucho.

Yo no dejé de fumar porque mi hijo se pusiera muy pesado con el tema, yo dejé de fumar porque no quería ayudar a que mi hijo se quedara sin madre... no es lo mismo.

Y en cuanto al planteamiento de Mcqueen de "fumador que no fuma", pues yo también lo comparto. Yo no odio el tabaco, si las consecuencias de fumar fueran las mismas que las de beberse un vaso de agua, yo fumaría, pero no es así, así que me tengo que aguantar, igual que me tengo que aguantar sin tomar choricito frito porque no quiero seguir engordando ¿me hace feliz comer pavo en lugar de chorizo? no, pero es lo que hay, así que p'alante.

Según vosotros este planteamiento es el principio del fin, pero para mi es todo lo contrario.
El principio de MI fin lo veremos si algún día tengo que intentar convencerme a mi misma de que soy feliz porque dejé de fumar, porque ese día estaré tan al borde de la recaida que sólo me quedará el recurso de intentar engañarme.
No soy feliz por no fumar, soy feliz por la vida que tengo, porque tengo la suerte de tener un trabajo que me gusta, una familia fantástica, algún día viviré en mi casa (digo yo...) ¿pero por dejar de fumar? pues no, pero es que yo tampoco era feliz por fumar, para mi la felicidad nunca ha dependido de si fumaba o si comía ésto o aquello.

En fin, que yo creo que Mcqueen tiene las ideas muy claritas y eso es lo que realmente importa. Sus ideas, sus plateamientos, sus prioridades, lo que él cree, lo que le llevó a dejar de fumar y por lo que hoy, más de seis meses después, sigue sin fumar y convencido de no volver a hacerlo... a lo mejor no es tan poco acertado su planteamiento ¿no?

Mcqueen dijo...

Experiencias propias y ajenas son las que me hacen pensar que soy aún fumador y lo seré muchos años, las propias las sufro aunque no se en que grado las sufriré en un futuro, para esto las ajenas. Recuerdo un post del foro en que un parroquiano contaba las penurias de un amigo exfumador que le decía despues de muchos años sin fumar "me fumaría una cuerda", se me quedó grabnada .
Otra mas directa puede ser la que uno de los que me influyeron y animaron a dejarlo que tambien lleva años sin fumar me confesaba la pasada semana que si nunca le diagnosticaban una enfermedad terminal lo primero que haría es ir corriendo al estanco, lleva mas de diez años sin fumar.
Sin embargo estas experiencias no me desaniman, realmente no lo paso mal, tan solo recuerdo pero no me gusta recordar tanto así que ahora se trata de buscar la técnica adecuada para olvidar, de hecho tal como conté ni saliendo de copas o comidas que es donde la mayoría de fuamdores-ex-fumadores lo pasa mal yo no sufro lo más mínimo.
No dejo de fumar por mi hija pero sí para disfrutar de ella, es decir que lo hago por mi y un poco por ella, pienso que ella ahora me necesita aunque tambien tengo bastante claro lo que tu me dices, al fin y al cabo tambien somos hijos.

Anónimo dijo...

Le preguntaste al que se iba corriendo al estanco ¿a qué iba?

Hubiera sido interesante la respuesta.

Si era a meterse bien de tabaco para el cuerpo, lo siento, pero yo no me pienso pasar diez años pensando que estoy renunciando a algo que deseo; si no iba a nada porque ya no deseaba fumar, sería bueno hacerle ver que esa pregunta debía habérsela hecho hace ya años para no estar obsesionado con una irrealidad; pero no solo ya con el tabaco sino con muchas otras cosas de su vida.

Y tienes razón, McQueen: técnicas para olvidar. ¿Cuál podrías emplear en tu trabajo? Piensa..., piensa...., piensa...

y Lanya, está clarísimo que "ser feliz por no fumar" es una expresión que se refiere simplemente a "estar contento". No creo que los no fumadores estén en el nirvana de la felicidad por no haber fumado nunca.

Lo que sería terrible, y que es posible que le ocurra a ese señor que hace maratones a los estancos, es ser infeliz por no fumar.

Queramos o no, ese sentimiento nos lo provoca nuestra adicción; no al principio, donde la euforia puede que lo domine; sino en ese periodo de transición que ahora estamos pasando muchos.

Me conviene durante ese tiempo tener conciencia de que es una sensación pasajera, que en el futuro no seré feliz ni infeliz por no fumar; simplemente seré feliz o infeliz sin fumar.

Lanya dijo...

No creo que los no fumadores estén en el nirvana de la felicidad por no haber fumado nunca.

Claro que no, pero leyendo a algún que otro exfumador cualquier no fumador se plantearía seriamente empezar a fumar sólo por el placer que por lo visto se siente dejándolo... Auri, que allí donde nos conocimos hemos leido cada cosa.........

Entiendo que mi planteamiento resulta muy poco atractivo, pero a mi me funciona mejor ver las cosas con fría normalidad.
Esto de dejar de fumar no es fácil ni agradable pero es lo sensato, y ni es comparable con atravesar el desierto andando y sin agua, ni tampoco es el punto de inflexión a partir del cual todo en mi vida va a ser maravilloso y estupendo, pues no, ni tanto ni tan calvo, leñe.

No he notado beneficios aparentes, mi olfato no ha mejorado, las cosas no me saben ni más ni mejor, no respiro mejor, no me canso menos, y sí, he engordado :(

Por otra parte también es verdad que no tuve esa horrible tos de la que muchos exfumadores hablan, ni mareos, ni falta de sueño ni ningún síntoma negativo, así que lo comido por lo servido ¿no?

¿Qué aun tengo ganas de fumar y eso me joroba? pues ya se me pasará cuando toque, que yo sepa no se conoce ningún caso de muerte por ganas de fumar, pero por haber fumado si se conoce alguno que otro.

Mcqueen dijo...

Espero no tener que preguntarselo ya que sería muy mnala señal, él solo piensa ir al estanco en el caso de que le digan "esto se acabó, te quedan x meses".
Tengo la receta en el trabajo, por supuesto!: trabajar mas y si puedo escaquearme y subir la montaña de aquí atrás aún me funciona mucho mejor.

Tengo otro amigo que lo tiene más jodido: el estanco es suyo, lo lleva mas o menos bien, pero tanto el como su hermano recaen cada vez

Anónimo dijo...

Síiii, me acuerdo de aquellos orgasmos en el foro por ausencia de nicotina...

...Con recaídas a los cuatro días, siempre por culpa de alguna alma malévola que les provocaba un “interruptus” que sólo superaban fumándose los restos de una cajetilla que hacía ocho meses se había dejado debajo de la butaca del salón de una vecina la amiga de la abuela que no sé cómo encontré...

No he notado beneficios aparentes, mi olfato no ha mejorado, las cosas no me saben ni más ni mejor, no respiro mejor, no me canso menos, y sí, he engordado :(

Pues yo igual, sólo que en vez de sí he engordado, no he engordado que es uno de los motivos más que tenía para dejar de fumar.

Quizá solamente estoy más contento conmigo porque me he librado de depender de algo que me perjudicaba y no me servía absolutamente para nada.

La Taberna Fantasma dijo...

Quizá sería bueno que no os fijáseis en lo que esperábais obtener y aún no veis sino en los motivos que tenéis para fumar. Ya no necesitáis nicotina para nada y habéis comprobado que podéis estar X meses sin fumar perfectamente. ¿Por qué volver a hacerlo?

La paradoja del desenganche es que cuando fumamos nos sentimos fatal y daríamos lo que fuera por dejar de hacerlo y no sentirnos así de enfermos o así de impotentes (lo confundimos con cosas grandiosas y magníficas que nos sucederán, pero no es así, es sólo dejar de sufrir por el tabaco). Cuando conseguimos estar un tiempo sin fumar, olvidamos lo mal que estábamos y no tenemos un referente para contrastar cómo estamos ahora en relación al principio. Emplead la memoria, chicos, escribid de nuevo. Recordad esos viajes sin fumar y el ansia de llegar al destino para encender un cigarro, o los paseos nocturnos en busca de un bar abierto para comprar tabaco. Todo eso ha pasado a la historia y ahora tenéis que recuperarlo para tomar conciencia de las diferencias.

Lanya dijo...

Quizá es que yo me explico mal, o que me explico mal y entiendo peor, pero por alguna razón tengo la sensación de que estás casi-convencida de que quiero volver a fumar y eso me tiene al borde de la recaída.

No quiero volver a fumar ni tengo intención alguna de hacerlo.

Y sentada esa base, voy a seguir dando guerra (jijiji)

Cuando decidí dejar de fumar no esperaba que eso conllevara cambios significativos ni en mi vida, ni en mi forma de ver la vida, ni en mi forma de ser, así que el que no se hayan producido ni me sorprende ni me decepciona.

Nunca pretendí ni esperé que esto de dejar de fumar me permitiera conocerme mejor, encontrarme, entenderme, analizarme, valorarme etc etc etc, todas esas cosas que a veces leo y reconozco que me sorprenden y me llevan a ese comentario de “que simple me siento”.

Por supuesto que le veo ventajas a no fumar; ya no me gasto una media de 30 euros semanales en tabaco (lo que tal y como andan las cosas es muy de agradecer), ciertamente ya no me joroba tanto que me pongan reuniones de 7 horas (tanto... he dicho ‘tanto’... tampoco digamos que doy saltos de alegría...), ya no tengo que salir de vez en cuando a la calle para fumarme un cigarrito, lo que en mi tierra en invierno es MUY MUY MUY de agradecer...... pero todo eso no me impide reconocer (con total tranquilidad y sin obsesiones) que aun tengo ganas de fumar en más ocasiones de las que yo quisiera, aunque tampoco es algo que me preocupe, porque como ya he dicho en más de una ocasión, me parece algo normal, me resulta incómodo pero no me sorprende.

En realidad, y aunque suene soso y poco profundo, cuando decidí dejar de fumar sólo esperaba dos cosas:
· dejar de fumar
· no pasarlo demasiado mal

Por el momento no fumo, y aunque a veces tengo ganas de hacerlo, un dolor de muelas me resulta muuuuucho más desagradable que aguantarme las ganas de fumar, así que no me puedo quejar :)

Auri, ¿no te puedo pasar algunos kilitos?...... que mal repartido está el mundo...... ainsssss

Anónimo dijo...

Si dejas de llamarte simple, Lanya, observarás que tu forma de dejar de fumar y tus conclusiones son de las más realistas que se observan por estos páramos.

Nos hartamos de decir que nuestro deseo máximo, supremo y final es llegar a vivir como un no fumador, y para ello organizamos una fanfarria de sistemas, métodos, emociones, retos, intrigas, alabarés, euforias, depresiones, etc. que dejan la II Mundial en una refriega.

En lo que no nos fijamos es que un no fumador vive en un estado prácticamente igual a un fumador salvo leves matices provocados por la dependencia. Un no fumador no sabe si el Champix le sienta fenomenal, si respira mejor, si huele mejor ni que no va a contraer un enfisema pulmonar. Es decir, dejar de fumar, por suerte nos lleva paso a paso a eso: a dejar de fumar. Si somos sensatos, es lo único que deberíamos querer conseguir. Que no es poco...

PS. Y sí te conoces ahora un poco mejor.

Lanya dijo...

:) es que la realidad suele ser aburrida y simple.... aunque no es tan malo como quizá pueda sonar, cierto que suena menos idílico y probablemente poco interesante, pero resulta mucho más estable y sólido, lo que lo hace, para mi gusto, más confortable... pero eso ya depende de gustos y caracteres.

¿Me conozco un poco mejor? mmmmm quizá un poco sí, pero sólo a ratos ;)
Reconozco que siempre pensé que me costaría mucho más dejar de fumar porque mi fuerza de voluntad siempre ha brillado por su ausencia, y mira, me equivoqué... pero no mucho, porque también es verdad que siempre he mantenido que yo estaba delgadita porque era de tendencia a no engordar, que si yo fuera de tendencia a engordar, dada mi escasa fuerza de voluntad, estaría como una mesa camilla.... y hombre, como una mesa camilla... no.......... aun (ainsssss ¿seguro que no quieres unos kilitos Auri?)

La Taberna Fantasma dijo...

¡¡¡Aléjate de mí, Satanasa...!!! Como me sueltes un kilo de esos te lo tiro a la cabeza, que contenta estoy yo con ese tema, contenta...!! Brrrr... (ni te acerques que te veo...)

Lanya dijo...

hija, por Dios!, que asín eres.... para un día que me levanto generosa y dispuesta a repartir mis más 'preciados bienes'.............. soy una incomprendida..............

Anónimo dijo...

Si dejar de fumar consistiese en tener fuerza de voluntad no lo conseguiría nunca. Soy adicto porque la nicotina eliminó esa fuerza de voluntad para no tomar nicotina.

Dudo que por algún efecto extraterrenal haya sido infundido de nueva fuerza de voluntad que ahora me permite vencer la adicción.

Por tanto si no fumo es por motivación, indiferencias, carreras, respiraciones, chicles u olvido, no por fuerza de voluntad.

Fuerza de voluntad tengo para no dejar de ir al gimnasio, para obligarme a comer, para limpiar la casa (¿la tengo?) para planchar mis camisas... y aun así en estos casos también existe alguna motivación que la apoya.

La Taberna Fantasma dijo...

Yo siempre he creído eso, Auri, pero ya miedo me da decirlo porque viene la lincesa con la chancleta y me pone el culo como un tomate... Yo no tengo fuerza de voluntad ninguna, para nada. Las cosas que hago las hago porque me gustan o porque no me disgustan. Las que me disgustan no las hago, directamente. Por ejemplo, yo no plancho. ¿Por qué? Porque me lo prohíbe mi religión. Ala. Y si he podido estar casi un año sin fumar es que se consigue con otra cosa que no es fuerza de voluntad. Servidora con autoprogramación, y mucho diálogo interior, mucho desmontarse... y algún que otro buen guantazo de lao a lao...